En un futuro no muy distante los vehículos diésel podrán moverse gracias a un carburante procedente del aceite vegetal. Esto es lo que indican los expertos de las asociación automovilística alemana ADAC. Aunque señalan que a determinados coches diésel ya se le podía añadir carburante a partir de aceite vegetal, la novedad a este respecto es que la nueva fórmula que han probado ya permite un 100% de aceite vegetal.
Un anuncio que coincide con la medida anunciada por el Ministerio Federal de Medio Ambiente el pasado 22 de noviembre, mediante la cual confirmaban que los combustibles diésel parafínicos (XTL) ya están autorizados para uso. Este tipo de carburantes destacan por emplear durante su desarrollo materiales biológicos residuales. En el caso que nos ocupa, se trata de un aceite de origen vegetal. Aunque la medida aún tiene que ser aprobada por el Consejo Federal alemán, se espera que entre en vigor en algún momento de la primavera de 2024.
Así las cosas, con esta nueva norma, se podrán añadir combustibles diésel parafínicos al diésel convencional siempre y cuando el mencionado producto cumpla con la normativa para este tipo de carburantes, ahora modificada bajo la nomenclatura DIN EN 15940. Junto a esto, el nuevo reglamento alemán obligará a los profesionales de las estaciones de servicio a informar a los clientes que estén dispuestos a usar combustibles parafínicos para evitar daños en el motor debido a un repostaje incorrecto.

Qué vehículos diésel son capaces de tolerar este nuevo combustible
Hay que dejar claro que este nuevo carburante diésel parafínico no es para todos los vehículos. Por eso mismo, aquellos que sí son capaces de tolerar esta nueva fórmula cuentan con el distintivo ‘XTL’ en la tapa del depósito de combustible y si se indica expresamente en el manual de usuario del propio vehículo. Asimismo, las estaciones de servicio que ofrezcan este combustible también tendrán que tener el distintivo ‘XTL’. Si el coche en cuestión no admite este carburante, deberá repostar únicamente el diésel de origen fósil, esto es, el que viene marcado con la pegatina ‘B7’.

Según ADAC, uno de los grandes inconvenientes de este tipo de diésel es que su cantidad es limitada. Fuentes del gobierno alemán señalan que el aceite vegetal, más concretamente, el de cocina, ya se emplea como aditivo en el sector del transporte. Por eso mismo, la cantidad no se puede aumentar notablemente. ¿La solución? Importar aceite vegetal de otros países. En este sentido, España, de adoptar una medida similar, se beneficiaría de su primera posición como productor mundial de aceite de oliva, lo que permitiría un suministro mayor del carburante diésel parafínico.
