Los miembros del Congreso de Estados Unidos han pedido a los encargados de la seguridad del país un esfuerzo contra la piratería en la industria automovilística, mucho más vulnerable ahora que llegan los coches autónomos. Las preocupaciones de los legisladores han sido plasmadas en una carta enviada a la NHTSA -Administración Nacional de la Seguridad en el Tráfico-, pues se cree que los ´piratas´ informáticos podrían controlar sin problema alguno diversas funciones del vehículo, como los frenos, la dirección o la bocina.
Uno de los puntos que motivaron el envío de este escrito fue la investigación realizada en 2014 por los dos ´hackers´ que consiguieron dominar un modelo de Jeep después de acceder a su electrónica a través del puerto OBD del coche. Éste permite monitorizar y controlar el motor y los dispositivos electrónicos del vehículo, y está presente en todos los vehículos fabricados a partir de 1994. Según los encargados de escribir la carta, estos hechos suponen un riesgo cada vez mayor para la seguridad, tanto de los peatones como de los pasajeros.
Por su parte, la NHTSA no se ha pronunciado con respecto a la comunicación que ha recibido, pero ya declaró hace tiempo que tiene un plan para aumentar la seguridad cibernética en la industria del automóvil; además, con los sistemas basados en la nube los ´hackers´ tendrían más fácil aún abordar los controles del automóvil.