El pasado día 29, José Manuel Soria, ministro de Industria, declaró que el Gobierno estaba valorando solicitar al Grupo VW la devolución de la ayuda del PIVE correspondiente al Estado -1.000 euros- por cada coche (comercializado en España) afectado por el escándalo de sus emisiones. Pero el ministro no tuvo en cuenta que las ayudas al Plan PIVE se regulan en función de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) de los vehículos a adquirir… y no de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOX), que constituyen el eje central del fraude que afecta a 683.626 automóviles en España.
Ahora bien, para la mayoría de la gente, puede darse la confusión entre un tipo de emisiones y otras. En autofacil.es ya analizamos cada tipo de residuo y sus consecuencias para la atmósfera en este artículo pero… ¿existe una relación directa entre las emisiones de uno y otro? Para el presidente de la Comisión Técnica de Motores y Lubricantes de ASEPA (Asoc. Española de Profesionales del Automóvil), Jesús Casanova, la respuesta es “No de forma directa… pero sí de forma indirecta”.
El propio Casanova, catedrático de Máquinas y Motores Térmicos del Departamento de Ingeniería Energética y Fluidomecánica de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid, explica este matiz: “Hoy día, los automóviles modernos implementan soluciones técnicas para reducir las emisiones de NOX que incrementan ligeramente el consumo de un motor… y si aumenta el consumo, se incrementa de forma directa las emisiones de CO2 -sí existe una relación directa entre gasto de carburante y emisiones de óxido de nitrógeno-“. Casanova cita como ejemplos de estas soluciones “el uso de las válvulas EGR -que reintroducen en el motor parte de los gases de escape para reducir emisiones- o el retraso en la inyección del combustible en los cilindros; ambas tecnologías hacen descender la temperatura de combustión del carburante y, por tanto, reducen a su vez las emisiones de NOX”.
Pero, además, los fabricantes disponen hoy día de tecnologías que minimizan las emisiones de óxido de nitrógeno y que, “al no afectar al motor, no aumentan el consumo…y por tanto, no incrementan las emisiones de CO2”. Una de ellas, explica este catedrático son “los catalizadores que usan urea”, presentes, por ejemplo, en los motores BlueHDI de Citroën/Peugeot o en los últimos motores 1.6 CDTI de Opel.