El MG4 se ha consolidado como el eléctrico «low cost» favorito de los conductores en España. Este compacto de diseño atractivo y precio competitivo ha logrado captar la atención de aquellos que buscan un vehículo eléctrico accesible sin sacrificar prestaciones. Además, su tamaño compacto —con 4,29 metros de largo y un maletero de 363 litros— lo hace ideal para quienes buscan versatilidad sin renunciar a la sostenibilidad.
Como ocurre con muchos vehículos eléctricos, el MG4 incluye una serie de funciones innovadoras que los usuarios de este tipo de coches ya dan por sentadas. Una de las más comunes es la eliminación del botón de arranque: basta con sentarse en el coche y pisar el freno para que el vehículo esté listo para conducir. Este proceso automatizado simplifica el manejo del coche, pero ha generado cierta confusión entre algunos propietarios del MG4, quienes se han encontrado con que el coche no siempre arranca automáticamente a la primera.
Arranca solo, o no… depende
Sin embargo, desde la publicación de un video en nuestro canal de YouTube, hemos recibido numerosas consultas sobre un comportamiento peculiar del MG4. Aunque no se trata de un problema grave ni de un fallo que afecte a la calidad del producto, sí es una situación curiosa que ha desconcertado a varios conductores: en ocasiones, el coche se niega a arrancar automáticamente, incluso cuando el propietario sigue los pasos habituales.

Consultando tanto la guía de referencia rápida del vehículo en español (arriba) como la versión en inglés, así como el manual del usuario completo en español (abajo), las instrucciones parecen bastante sencillas: «Suba al coche y pise el pedal de freno. Cuando el sistema de alimentación del vehículo esté READY (preparado), cambie a la marcha deseada». A simple vista, no parece haber margen para errores, pero ¿por qué entonces el coche no se pone en marcha de inmediato en ciertos casos?

El cinturón, amigo conductor
La explicación detrás de esta aparente reluctancia del MG4 para arrancar es más simple de lo que parece, aunque no se menciona en ninguna parte del manual. El coche está diseñado para arrancar automáticamente solo si el conductor se abrocha el cinturón de seguridad antes de pisar el freno. Esta es una característica de seguridad integrada en muchos vehículos modernos, pero en el caso del MG4, se ha omitido inexplicablemente en la documentación oficial. Esto ha dejado a varios propietarios desconcertados cuando, después de sentarse y pisar el freno, el coche no se activa como deberían esperar.
Pero la situación se vuelve aún más compleja. Si el conductor no se abrocha el cinturón, el sistema del MG4 está programado para arrancar de todos modos, pero solo si el pedal del freno se pisa dos veces en sucesión rápida. En la práctica, muchos usuarios que han conseguido arrancar el coche sin ponerse el cinturón han hecho esto de manera accidental, apretando y soltando el freno repetidamente en su esfuerzo por poner el coche en marcha.

Este pequeño detalle ha generado un sinfín de consultas entre los nuevos propietarios del MG4, quienes, tras lograr que el coche arranque, no siempre son conscientes de que lo han hecho siguiendo este método alternativo. Lógicamente, existen muchas circunstancias en las que el conductor puede desear mover el coche sin el cinturón abrochado, aunque la fundamental es la necesidad de maniobrar y circular a baja velocidad en un entorno cerrado y teniendo que realizar grandes movimientos de cabeza y torso para controlar los alrededores.
La omisión de esta explicación en el manual del vehículo ha llevado a que algunos usuarios piensen que están haciendo algo mal, cuando en realidad, el coche está diseñado para comportarse de esta manera.

¿Nunca te ha pasado esto con tu MG4?
Si nunca te has encontrado con este problema en tu MG4, puedes felicitarte: ¡eres un conductor con hábitos de seguridad extremadamente buenos! Al abrocharte siempre el cinturón antes de intentar arrancar el coche, has evitado de manera inconsciente este pequeño inconveniente que ha desconcertado a otros propietarios. Este comportamiento, además de garantizar tu seguridad, te ahorra la frustración de tener que lidiar con un sistema que, aunque intuitivo en muchos aspectos, puede resultar confuso si no se sigue el protocolo exacto.