En los últimos tiempos, Google ha estado desarrollando nuevos sistemas de comunicación para vehículos, y ha realizado pruebas con vehículos de conducción autónoma en Estados Unidos. Uno de los avances más recientes ha sido realizado en colaboración con Tesla: una aplicación que permite controlar el Tesla Model S… ¡con las gafas Google! El resultado es GlassTesla. Con ellas, el cliente puede solicitar que suene el claxon del coche o que las luces emitan ráfagas para localizarlo; abrir y cerrar las puertas -y avisar de las que se hayan quedado abiertas-; mostrar la temperatura exterior e interior; comprobar cuál es el nivel de carga de la batería, así como detener o reiniciar su recarga… Pero, de momento, GlassTesla no podrá actuar como un `head-up display´ y usarse mientras se conduce. De hecho, las gafas dejarán de funcionar al arrancar el Tesla. Miles de clientes de la marca están probando el invento.
El presidente de Google, Eric Schmidt, ha declarado que el gigante de los servicios en línea no descarta introducirse en el mercado automovilístico, sobre todo con la implantación de los eléctricos. No obstante, reconoce que su empresa aún tiene mucho que pensar acerca de su implicacion en la industria del motor: «honestamente, no sé dónde encajaría Google. Pero si podemos implicarnos en algo que promueva las nuevas tecnologías, la innovación, nuevos materiales y demás, entonces estamos listos para ello». Schmidt acudió la semana pasada como espectador a ver batir el récord de velocidad sobre tierra de un eléctrico de menos de 1.000 kg de peso en Yorkshire, con Lord Paul Drayson a los mandos del vehículo. Drayson logró una punta de 328 km/h.