La batalla de los coches eléctricos es, a efectos reales, la batalla de las autonomías y del coste. Y parte esencial de ello son… las baterías, no en vano este elemento supone, en función de la capacidad y características de la batería para cada coche eléctrico, entre el 25 y el 40% de su precio (en 2015, este porcentaje alcanzaba el 57%, según un estudio de la consultora Bloomberg).
Es por eso que el proyecto que el Grupo Stellantis ha estado desarrollando con el proveedor Saft y el CNRS francés (Centro Nacional para la Investigación Científica) y que busca desarrollar una nueva generación de baterías “más eficiente” y “menos costosa” podría suponer una revolución para los coches eléctricos.
IBIS: un proyecto de tecnología rompedora para las baterías de los coches eléctricos
Si bien la tendencia en los últimos años ha sido lograr unas baterías cada vez más capaces, que pudieran otorgar una mayor autonomía (un buen ejemplo es el Zeekr 001, el primer coche que promete más de 1.000 km sin recargar), ahora, y ante el alto coste ( y mayor tamaño de la batería) que eso supone; muchos fabricantes están optando por buscar, más que una mayor capacidad, unas baterías más eficientes.

Es el caso del Grupo Stellantis, que lleva cuatro años investigando una tecnología alternativa con este fin. ¿El ‘secreto’? Que estas baterías, denominadas IBIS (Intelligent Battery Integrated System o sistema integrado de baterías inteligentes), representan lo que su nombre indica: la integración, en cada módulo de baterías de tarjetas de conversión electrónica de CC (corriente continua) a CA (corriente alterna) y viceversa, eliminando así la necesidad de que los coches eléctricos monten un inversor de corriente y ahorrando espacio en el vehículo.
Hay que recordar que un motor eléctrico (los que montan los coches eléctricos actuales) siempre funciona con corriente alterna (CA), pero que la batería de los mismos sólo es capaz de proporcionar energía en forma de corriente continua (CC). Es por eso que el inversor siempre tiene que convertir la CC en CA para alimentar el motor. De forma inversa y, por ejemplo, cuando entra en funcionamiento la frenada regenerativa, el inversor ha de convertir la CA que genera el motor eléctrico (ahora convertido en generador) a CC, que se almacena en la batería.
Con esta nueva tecnología, además y según señala Stellantis, “un sofisticado sistema de control permite producir corriente alterna para un motor eléctrico directamente desde la batería”.
Stellantis cuenta, desde el pasado mes de octubre de 2022, con un demostrador de esta tecnología y proclama que esta misma “está a punto de producir un auténtico cambio de paradigma en el diseño de unidades motrices eléctricas”.

Qué supondrán las baterías IBIS para los coches eléctricos
Pero los socios de este proyecto están ya centrados en construir un vehículo prototipo “plenamente funcional” que se probará tanto en los laboratorios y pistas de pruebas de Stellantis como en carretera abierta. ¿El objetivo? Que esta tecnología esté disponible en los coches eléctricos fabricados por el Grupo Stellantis antes de 2030 que, recordemos, pasarán a utilizar las nuevas plataformas STLA.
Pese al añadido que supone las tarjetas de conversión electrónica en cada uno de los módulos de la batería, Stellantis indica que el desarrollo de esta tecnología, que indica que es “eficiente y competitiva en costes”, permitirá “reducir el peso del vehículo, el coste de la unidad motriz y la fabricación del vehículo eléctrico”.

Pero esta tecnología no sólo se utilizará en las baterías de los coches eléctricas, sino también tiene aplicaciones en el almacenamiento estacionario de energía, que podrá contar con baterías de tamaño más reducido, así como de mantenimiento más simple y con una menor huella de carbono.
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