Hace unas semanas, el pasado 25 de julio, el Fremantle Highway, un carguero con bandera panameña y en viaje de Holanda a Egipto y Singapur con un cargamento de más de 3.500 coches nuevos, se incendiaba frente a las costas de Holanda.
Casi de inmediato trascendía la noticia de que el barco transportaba algunos coches eléctricos (en las primeras informaciones eran 50… pero después han resultado ser 500) e inmediatamente, comenzaba a circular entre los medios de comunicación la idea de que el responsable del incendio era un coche eléctrico.
«Un barco transportando coches eléctricos se incendia«, titulaba Euronews. «El mortífero incendio en el carguero que transporta 500 coches eléctricos sigue ardiendo en el Mar del Norte«, rezaba el seguimiento de CBS News. «La compañía le ha dicho a la cadena pública NOS que habia una alta probabilidad de que el fuego lo hubiera iniciado un eléctrico«, explicaba The Guardian.

El incendio, al final, causado por un coche térmico
Tras días refrigerando los costados del barco para impedir su hundimiento, el material inflamable a bordo ha comenzado a agotarse y los primeros miembros de equipos de bomberos y rescate han podido subir a bordo para encontrar un panorama dantesco, dominado por coches quemados y zonas en las que la intensidad de las llamas ha sido tan elevada que el acero de los coches se ha fusionado con el del barco.
El director de la compañía de salvamento Royal Boskalis Westminster NV, Peter Berdowski, también informó que entre 900 y 1000 vehículos, incluidos los eléctricos, parecen no haber sufrido daños.
Se cree que el incendio se originó en la octava cubierta del barco, ya que fue la zona que presentó los daños más graves. Aún se desconoce la causa exacta del siniestro. Las operaciones de rescate estuvieron a cargo de Smit Salvage, propiedad de Boskalis, y Multraship.
Aunque en el pasado se han registrado incidentes de incendios en barcos atribuidos a vehículos eléctricos, la Unión Internacional de Seguros Marítimos (IUMI) ha declarado que no hay casos confirmados de un vehículo eléctrico nuevo de fábrica provocando un incendio en un barco de transporte de coches. La IUMI reconoce que el transporte de vehículos eléctricos conlleva ciertos riesgos, pero las investigaciones sugieren que estos no son mayores ni más peligrosos que los asociados al transporte de vehículos con motores de combustión interna.
A pesar de que los incendios en vehículos eléctricos pueden generar preocupación, datos de la Agencia Sueca de Contingencias Civiles (MSB) señalan que estos vehículos tienen 20 veces menos probabilidades de incendiarse que los coches tradicionales de gasolina y diésel. En Suecia, se reportaron 23 incendios de vehículos eléctricos en 2022 de un total de 611.000 unidades, en comparación con 3.400 incendios registrados en los 4,4 millones de coches de combustibles fósiles del país. Si bien los incendios en vehículos eléctricos pueden ser difíciles de sofocar para los bomberos sin la formación o el equipo adecuado, estadísticamente son menos probables en comparación con los incendios en coches de combustión interna.

La opinión de Autofácil…
Hay que reconocer que fue un empleado de la propia naviera el que deslizó la idea de que podría haber sido un coche eléctrico el que hubiera iniciado el incendio. Y tampoco habría pasado nada si hubiera sido así. Sin embargo, la realidad es tozuda, e indica que los incendios en barcos con coches normalmente no los inician los coches.
Y cuando la fuente del problema es un coche, la realidad insiste en que lo más probable es que se trate de un coche térmico… especialmente, en un cargamento en el que superan a los eléctricos en una proporción de seis a uno.
Por encima de esto, la realidad es que los incendios en barcos son realmente poco probables. En los últimos 20 años, ha habido nueve incidentes en barcos de transporte de coches. De ellos, sólo uno fue causado por uno de los coches (fue el caso del Felicity Ace, arriba). Aunque en ese barco había coches convencionales y eléctricos, no se pudo confirmar la naturaleza del causante del incendio.
Lo que si está confirmado es que los incendios en este tipo de barcos Ro-ro suele dar al traste con el barco entero. El contenido de materiales inflamables de un oche convencional es demasiado alto como para que el incendio de unos cuantos miles no acabe provocando graves daños estructurales a toda la estructura. Si no se interviene a tiempo, refrigerando el caso del barco, el hundimiento es inevitable (como ocurrión con el Felicity Ace).
Si tienes curiosidad por otros accidentes de barcos de tipo Ro-Ro, aquí puedes consultar una lista con los incidentes de los últimos años y sus causas.
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