La marca coreana entró en el mundo de los híbridos hace un par de años con la comercialización del Optima Hybrid, al cual le ha costado encontrar su sitio en el mercado. Sin embargo, Kia da un paso más y un giro completo a su tecnología introduciendo el denominado T-Hybrid. Así, este Optima en lugar de estar propulsado por un motor 2.0 de gasolina, emplea un 1.7 CRDI al que acompaña un pequeño módulo eléctrico alimentado por una batería de plomo-carbono de 48 V.
Este dispositivo es un compresor eléctrico, al estilo del empleado por otros concept como los Audi A6 TDI y Audi RS5 TDI Concept. Esta tecnología permite que la respuesta del motor diésel sea más suave y rápida cuando se circula a bajo régimen, precisamente cuando los gases de escape no tienen la suficiente fuerza para mover el turbo e incrementar la presión del aire que entra en el motor.
Unas baterías que, a diferencia de la de iones de litio, no necesitan refrigeración y son más fáciles de reciclar al final de su vida útil. De esta forma, el Optima T-Hybrid puede desplazarse en modo eléctrico en recorridos a baja velocidad o a una velocidad constante que no requiera mucha potencia, además de aprovechar la deceleración para recargar la batería. Además, incluye el sistema Stop&Start y un nuevo motor de arranque de correa, que reemplaza alternador normal, que le permite arrancar casi sin ruido ni vibraciones.
Aunque aún no hay datos oficiales se espera que todos aquellos modelos que acaben empleando esta tecnología, reduzcan sus emisiones de forma significativa al tiempo que vean incrementada su potencia entre el 15 y el 20 por ciento respecto a un Kia Optima 1.7 CRDI, por lo que el consumo medio podría situarse entorno a los 4,0 litros cada 100 kilómetros, con unas emisiones contaminantes inferiores a los 99 g/km de CO2.