Luc Alphand es uno de esos tipos que caen bien al primer golpe de vista. Tiene cara de pillo y no oculta su necesidad de pasárselo bien haga lo que haga, y si es deprisa, mucho mejor. Es un ídolo en Francia, aunque llegar a ser uno de los mejores esquiadores de todos los tiempos le costó un doctorado en traumatología acuñado a base de fracturas sobre cuerpo propio. Nació un 6 de agosto de 1965 en la ciudad de Briançon, pero nunca se ha movido de Serre Chevalier, uno de los dominios esquiables más grandes y atractivos de los Alpes franceses. A la fuerza destila ese aire sanote de montaña.
Lucho, también conocido por Alphand-tastique por sus paisanos, siempre ha lucido hechuras de deportista incombustible. Los habitantes de Serre estaban habituados a verle surcar las pistas, a lomos de una bici de montaña o escalando, y para la estación alpina era el principal reclamo. Los turistas asistían atónitos al espectáculo de contemplar al propio Alphand deslizarse encendido por la pista que lleva su nombre o a las puertas del hotel regentado por su familia.
Como ídolo al que los franceses reverencian, Lucho es cercano, entrañable y circula ajeno a su propia fama, pero agradece las muestras de afecto. Siempre se muestra afable y simpático, regala su tiempo con sosiego inesperado y da unas gracias que suenan muy sinceras, como sorprendido por despertar interés. Y no olvida una cara. A poder ser, contesta en el idioma de su interlocutor. Habla con igual soltura en francés, inglés, italiano, alemán y sueco (desde 1992 está casado con Anne-Karim, a la que hace responsable de haber centrado su carrera de esquiador). Y cuando ganó la Baja España, llegó a la rueda de prensa hablando en un esforzado castellano.
Como buen francés, Alphand ha sabido explotar sus triunfos con un magistral dominio del márketing. Es la imagen de Serre Chevalier y ha desarrollado su propia empresa de diabluras al servicio del cliente (Luc Alphand Adventures), una excusa más para pasárselo pipa: lo mismo marcaba el ritmo de una marcha cicloturista o de senderismo por los Alpes, que daba clases de conducción sobre hielo u organizaba un viaje a las 24 Horas de Le Mans, el Dakar, un rallye de la Copa del Mundo o una excursión por el desierto.
Ha lanzado su propia línea de ropa deportiva, regenta una cervecería (la misma que el Alphand esquiador sobrevolaba en un anuncio de cerveza) y una empresa de máquinas pisanieves, con la que ¡cómo no! disputaba una carrera anual. Que las dunas no iban a ser un problema para este enfant terrible de la velocidad ya lo sabían cuantos le venían siguiendo desde que volaba sobre unos esquís. En la salida del Dakar 2006 un periodista le preguntó en Lisboa si había llegado la hora de ganar el rallye y él respondió: Tout est possible.
Después de lograr la victoria en el Dakar siguió participando en el raid, pero su objetivo estaba en conseguir la vistoria en Le Mans. En ello estaba cuando en 2009 sufrió un aparatoso accidente de moto durante la celebración del Rally Rand’Auvergne en el centro de Freancia. Después de pasar por el quirófano y una larga recuperación, consiguió recuperar la movilidad pero tuvo claro que ya no estaba para pilotar al más alto nivel, por lo que en 2010 anunció su retirada del automovilismo de alto nivel.
El rey de todas las pistas
Como esquiador, Luc Alphand fue uno de los mejores y el 16 de marzo de 1997 se convirtió en una estrella al batir al mítico Aamodt en Vail (Colorado, EE.UU.), donde se proclamó vencedor absoluto de la Copa del Mundo y ganó también los globos de cristal de Super Gigante y Descenso. También conquistó el triunfo en esta última modalidad en 1995 y 1996 y contabiliza en su haber 12 victorias en Copa del Mundo, (diez en descenso y dos en Super-G) y dos títulos del Campeonato profesional de Norteamérica de Descenso.
En 1998, el día que anunció su retirada de las pistas blancas, dijo contemplar dos objetivos: ganar el Dakar y las 24 Horas de Le Mans. Ese mismo año firmó su primera inscripción en el rallye y volvió evacuado en helicóptero. Muchos se temieron que comenzara otra larga etapa como la que le llevó de hospital en hospital antes de acabar con la moral de Alberto Tomba. Pero su carrera en los rallyes todoterreno fue más progresiva y menos tormentosa, quemando cada etapa hasta cantar victoria, si bien es cierto que no se cortaba ante nada, y su ardor guerrero solía dar con alguna que otra piedra. Un año más tarde del debut africano inició su trayectoria en los circuitos y, además, ha hecho sus pinitos en Jet Ski, modalidad en la que batióel récord de travesía del continente a Córcega en 1999 y del Paso del Cabo de Hornos en 2000.
Palmarés deportivo de Luc Alphand
RALLYE RAID
| 1998. Primera participación en el París-Dakar. |
| 1999. Ganador del Dakar, Copa del Mundo, Marruecos y Túnez en clase T1 Marathon (Mitsubi-shi Pajero). |
| 2000. Copa del Mundo, con el Kangoo Schlesser–Renault T3. |
| 2001. Ganador del Rallye de Marruecos en T2 Diesel y 4º en la general (Mitsubishi Montero). |
| 2002. Ganador del Dakar en Superproducción. Diesel y 7º en la general (Mitsubishi Montero). |
| 2003. Ganador del Dakar en Superprod. Diesel y 9º general; ganador de la Baja España (BMW X5). |
| 2004. 3 victorias de etapa en el Dakar y 4º en la general (BMW X5). |
| 2005. 2º general y 2 victorias de etapa en el Dakar; ganador absoluto y 3 etapas en Túnez; ganador de la Baja Portalegre (Mitsubishi Montero Evo 3). |
| 2006. Ganador del Dakar (Mitsubishi Montero Evolution MPR 12). |
CIRCUITO
| 1999. 2º del Campeonato B de Porsche Carrera Cup (3 victorias). |
| 2000. Vencedor del Campeonato de Francia de GT (GT3) Porsche GT3R (4 victorias). |
| 2001. 1ª participación en 24 Horas de Le Mans, con Porsche GTR3: 17ª posición. |
| 2002. 23º en 24 H. de Le Mans, Porsche GT3 RS. |
| 2003. 21º en 24 Horas de Le Mans, Ferrari Maranello 550 GTS. |
| 2004. 16º en 24 H. de Le Mans, Porsche GT3 RS. |
| 2005. 18º en 24 H. de Le Mans, Porsche GT3 RS. |
[sf_btn type=»newsletter» txt=»¿Quieres recibir nuestra newsletter? Haz clic aquí» url=»https://news.luike.com/registro-todoterreno-luike-news»]
