En nuestro país, el SUV más grande que el fabricante japonés Mazda posee en su catálogo es el CX-5. No ocurre lo mismo en muchos otros mercados, en donde el crossover de grandes dimensiones CX-9 se ha hecho con un respetable hueco en la oferta de Mazda. Sin embargo, uno de esos mercados no es el japonés, en donde la marca nipona estaba huérfano de un vehículo de estas características. Por ello, dentro de unas semanas será presentado el nuevo Mazda CX-8, cuya comercialización en el país asiático está prevista para finales de este mismo año.
Hasta ahora, lo único que habíamos visto de este nuevo modelo era algún teaser, pero Mazda ya ha desvelado dos imágenes definitivas: una de perfil y la otra del interior. En la foto que se ve su exterior se pueden apreciar fácilmente sus formas. Realmente tiene un aspecto casi idéntico al del Mazda CX-5, pero con un voladizo trasero de mayores dimensiones y una batalla más alargada. Tanto el frontal como la zaga parecen compartir muchos rasgos con su ´hermano´ pequeño, lo que implica unas afiladas ópticas delanteras que aportan dinamismo y una parte trasera con un pilar C rediseñado.
Comparándolo de nuevo con el Mazda CX-5, este Mazda CX-8 gana 345 mm de longitud y 60 mm de altura. En donde no cambia es en la anchura, que también es de 1.840 mm. Por su parte, la distancia entre ejes es de 2.930 mm. Todas estas cotas deberían ser más que suficientes para albergar con comodidad a siete pasajeros en su interior en una disposición de tres filas de asientos, con dos filas de dos y la más retrasada, de tres.
Este Mazda CX-8 no compartirá mercado con el Mazda CX-9, un modelo un poco más grande pero en cualquier caso muy similar al Mazda CX-8, para no ´pisarse´ ventas entre ellos. Para terminar, el diseño del habitáculo se espera que sea igualmente parecido al del nuevo Mazda CX-5 2017, con una calidad de terminación equiparable a la de otros fabricantes de los llamados premium.