Los modelos premium enriquecen su oferta

Es la primera vez que un SLK monta un motor diesel, pero lo cierto es que, desde su presentación en marzo, ya se preveía la incorporación de al menos una mecánica de gasóleo por primera vez en la historia del modelo -rivales suyos como el Z4 nunca han dado esta alternativa, con la única excepción del Audi TT Roadster 2.0 TDI-.
El motor elegido para ofrecer la opción diesel es el 250 CDI, un cuatro cilindros turbo common rail de 2.143 cc. y 204 CV y un par considerable: 500 Nm que le permiten una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,7 segundos, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 243 km/h. Gracias a mecanismos como el sistema de arrranque/parada, la cifra de consumo se queda en solo 4,9 litros a los 100 km.
De momento, el SLK 250 CDI solo estará disponible con la caja de cambios automática secuencial 7G-Tronic, de siete velocidades, mientras que para la manual de seis relaciones habrá que esperar a 2012. Solo se tiene la fecha definitiva de su lanzamiento en Alemania: El próximo 13 de septiembre por menos de 42.000 -. Al margen del motor, es idéntico a sus hermanos de gasolina tanto por diseño como por equipamiento de serie y opcional -es decir, también se puede adquirir con el techo Magic Sky Control que se puede oscurecer, el paquete Dynamic Handling con control vectorial de par, los tres tipos diferentes de suspensión, etc-.
Los nuevos motores no acaban ahí: AMG acaba de hacer oficial la llegada del SLK 55, un V8 de 5.5 litros, 422 CV y 540 Nm con sus correspondientes tren de rodaje deportivo, frenos de alto rendimiento y kit estético aerodinámico con dobles salidas de escape cromadas. La velocidad máxima queda limitada a 250 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h es de 4,6 segundos. La cifra de consumo es también destacable: 8,4 litros/100 km. para un modelo de estas características.
Por su parte, el carrocero Brabus ya se ha puesto manos a la obra con el SLK, rebajándole otros 30 mm. la suspensión, cambiándole las llantas, el tapizado interior en cuero y los pedales, que Brabus sustituye por otros de aluminio. El kit de potenciación, llamado ECO Power Xtra CGI, consigue que el SLK 200 pase de 184 a 209 CV y de 204 a 230 CV, y el SLK 250 llegue hasta los 240 CV.
Son algunas de estas modificaciones estéticas las que adopta también BMW en los X5 y X6 Exclusive Edition, que aguardan para ser presentadas en Frankfurt más en detalle. Junto a unas llantas de aleación de 20 pulgadas, estas ediciones especiales incorporan nuevos colores a las respectivas paletas, asientos deportivos en cuero Nevada Oyster o diversas inserciones en madera. Las Exclusive Edition se pueden combinar con cualquiera de las mecánicas de estos modelos. Por otro lado, para cumplir con la próxima normativa de emisiones Euro 6, el X5 incorpora modificaciones en el motor xDrive 30d, que con un filtro de partículas deja las emisiones en 198 gramos de CO2 por km. y el consumo en 7,5 litros a los 100 km.