La segunda generación del Mini Countryman, SUV compacto de la marca, traerá consigo una versión híbrida enchufable que, por lo que podemos ver en las fotos que ilustran este artículo, está casi lista. Ésta incorporará bajo el capó un motor eléctrico y otro de combustión de gasolina -su cifra de autonomía en modo 100% eléctrico, no obstante, es una incógnita- y, a pesar de estar cubierto por el camuflaje, se pueden ver ciertos detalles propios de una variante de estas características, como una toma de recarga en la aleta del conductor.
Lo que sí que se sabe es que tendrá un sistema de tracción a las cuatro ruedas, en el que el motor de combustión impulsará el eje delantero y el eléctrico hará lo propio con el trasero. Por su parte, la velocidad máxima en modo eléctrico -activado siempre para el arranque- será de aproximadamente 125 km/h. Se especula con que monte el mismo propulsor tricilíndrico 1.5 utilizado en el BMW 225xe Active Tourer asociado a otro eléctrico de 88 CV que conjuntamente entregan 224 CV y 385 Nm de par motor máximo. En ese caso, la autonomía eléctrica sería de unos 41 km.
Interiormente no incorporará muchos cambios con respecto a la versión convencional: esta parcela estará limitada a un cuentakilómetros que indique la autonomía eléctrica disponible, un medidor de carga encargado de mostrar el estado de su batería -podría ser de 7,7 kWh e ir situada bajo los asientos traseros- y un botón de arranque y parada del motor retroiluminado en verde en vez de en rojo. Para terminar, su comercialización debería iniciarse a lo largo del 2017 y se distinguiría del resto de la gama de Mini Countryman con el sufijo ´E´.