El autobús es un medio de transporte público que permite a muchas personas desplazarse a la vez desde y hacia distintos puntos de una ciudad o municipio, ahorrando tiempo y reduciendo la huella de dióxido de carbono. Al compartir espacio con el resto de viajeros y el conductor, es conveniente seguir una serie de pautas que harán nuestro viaje más llevadero y más seguro.
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La mayoría de empresas de transporte en España siguen unas normas de comportamiento muy parecidas, aunque se puede dar el caso de que cada ciudad tenga una serie de normas específicas. Siempre es recomendable informarse de estas normas que, generalmente, están recogidas en las marquesinas de las paradas.
Antes de subir al autobús
Es necesario que esperes la llegada del autobús en una parada/marquesina, a una distancia prudencial de la calzada. Asimismo, tienes que hacer una señal al conductor de la línea que deseas tomar, para informales de tu intención de subir, con la antelación suficiente mediante una señal inequívoca -por ejemplo, con el brazo-, aunque la parada sea de una única línea.

Ten preparado el título de transporte o el importe exacto para adquirir el billete, facilitarás el trabajo al conductor y agilizarás el servicio. En todas las paradas encontrarás información para coger el autobús más adecuado a tu desplazamiento. Algunas disponen de terminales de información visual y acústica que te informarán de la llegada del mismo en tiempo real.
Subir al autobús
No sé podrá acceder a un autobús si no es en una parada habilitada para ello. Siempre se ha de subir por la puerta delantera y respetando el turno. En los vehículos articulados de las líneas diurnas, puedes subir por la puerta central hasta las 10 de la mañana, siempre y cuando no tengas que adquirir un billete sencillo.

El título de transporte o el billete sencillo es el único justificante a efectos de Seguro Obligatorio de Viajeros y el documento que da derecho a realizar una reclamación. Si vas adquirir un billete sencillo, recuerda que los conductores solo facilitarán cambio de 5 euros, en el caso de EMT de Madrid.
A bordo del autobús
Una vez dentro del autobús, hay que seguir las indicaciones del Reglamento de Viajeros y las del conductor, que dicen lo siguiente:
- Sitúate al fondo del autobús para no entorpecer el tránsito del resto de viajeros en las zonas de puertas y pasillos.
- No hables con el conductor, salvo que sea necesario para obtener alguna información o comunicar alguna incidencia. Siempre con el vehículo detenido.
- Para bajar del autobús, puedes utilizar los timbres habilitados en el interior. Hay que hacerlo con antelación, para avisar al conductor de tu intención y en la medida de lo posible, hay que situarse cerca de las puertas de descenso.
- Conserva el título de transporte validad durante todo el trayecto, ya que los empleados de la empresa de transportes lo pueden solicitar en cualquier momento.
- Debes ceder el asiento a personas con movilidad reducida y a aquellos viajeros que, por sus circunstancias, lo precisen. Es obligatorio cederlo cuando se trate de asientos reservados a tal efecto.
Personas con movilidad reducida: por dónde acceder
Los autobuses disponen de rampa de acceso con silla de ruedas, así como un sistema de inclinación para facilitar la labor de acceso a personas con movilidad reducida en la puerta central. El conductor accionará dicho sistema cuando observe que es necesario. Si no se da el caso, siempre puedes avisar tú mismo para que ponga en marcha el sistema.

En los autobuses -los de la EMT de Madrid, por ejemplo-, existen dos tipos de zonas para personas con movilidad reducida, llamadas plataformas. Hay dos tipos:
- Sencilla o simple: dispone del espacio suficiente para que pueda viajar una persona en silla de ruedas o un carrito de niño. No podrán coincidir, por razones de seguridad, un carrito y una silla de ruedas.
- Doble o ampliada: aumenta el espacio disponible permitiendo que puedan viajar simultáneamente una persona en silla de ruedas y un carrito.

Viajar con objetos
En la totalidad de autobuses de nuestro país se puede viajar con carros de la compra, mochilas, pequeñas maletas o bolsos de viaje y, en general, con objetos que no supongan un peligro u obstáculo para el resto de viajeros. Hay que sujetarlos adecuadamente y evitar, en la medida de lo posible, que sean una molestia para el resto.
Si viajas con mochilas, pequeñas maletas o bolsos de viaje debes tener en cuanta que no está permitido viajar con ellas a la espalda, sino que se tienen que llevar en la mano. Para las maletas, solo están permitidas en el interior las que se consideren equipaje de mano, situándolas en los lugares específicos. En caso de duda, el conductor dará las indicaciones pertinentes.
También se permite el acceso al autobús con bicicletas, siempre y cuando estén plegadas y cuyo tamaño sea equivalente a un equipaje de mano, pero siempre en función de la ocupación del vehículo. Solo se permite una bicicleta por autobús y su usuario debe colocarse en la plataforma central. El carrito y la silla de ruedas siempre tienen prioridad sobre la bicicleta.
Si viajas con mascota, ésta debe ir en un transportín adecuado y no debe suponer un peligro o molestia para el resto de viajeros.
Bajar del autobús
Una vez solicitada la parada y con el autobús completamente detenido, utiliza solo las puertas central y trasera. En caso de que haya una alta ocupación, el conductor podrá autorizar el descenso por la puerta delantera. Las personas con movilidad reducida podrán bajar por la puerta delantera cuando se encuentren próximos a ella, solicitándolo previamente al conductor.
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