Según el director de Tecnología e Investigación Avanzada de Nissan, Toru Futami, muchas de las enseñanzas obtenidas de observar el compartamiento de los animales en grupo se puede aplicar al tráfico. Los vehículos interactúan entre ellos de forma similar… «La investigación se centra en los patrones de comportamiento de los peces«, explica. En especial, para la prevención de accidentes.
Por eso ha creado seis unidades del robot EPORO -siglas de `EPisodio 0 RObot´-. Estos robots se comunican entre sí para estar al tanto de la posición de cada uno de ellos, comportándose como los peces que se desplazan grupalmente en un banco. Futami cree que el sentido común de los peces solucionaría el problema del tráfico: «si los coches pudieran comportarse en grupo de la misma manera y de forma autónoma, deberíamos ser capaces de tener más vehículos funcionando al mismo tiempo sin necesidad de aumentar el ancho de las carreteras«. Incluso podríamos prescindir de las señales de tráfico. Cuando se cruzan con otros, los robots EPORO identifican automáticamente cuáles deben pasar primero. El paso previo a los EPORO fue la creación de la unidad biométicra `Car Robot´ o BR23C, basada en el comportamiento de las abejas. Realizada en colaboración con la Universidad de Tokio, se trataba de imitar el campo de visión superior a 300º de estos himenópteros. Las abejas también realizan su aportación a la seguridad de los Nissan del futuro: para localizarse, gracias a la tecnología Car Robot, los EPORO cuentan con un láser de largo alcance, que detecta obstáculos en un radio de 180º y a distancias de hasta dos metros. «El robot imitará los movimientos de una abeja y de inmediato cambiará de dirección para evitar un choque«, asegura el director del Laboratorio de Movilidad de Nissan, Tashuyoki Andou.