Cómo piensa Bosch reducir las emisiones de los coches

La Unión Europea piensa implantar una normativa que limite las emisiones de los coches nuevos a 95 gramos de CO2 por km en 2020. Pero ¿cómo conseguirán esa cifra los fabricantes en apenas siete años? Bosch quiere ayudarles.


Bosch cree que, cuanto más grande sea un automóvil, más necesitará recurrir a la electricidad como fuente de energía. Así, los microurbanos y utilitarios no necesitarán hibridación para cumplir con el límite de emisiones del año 2020, y tampoco los compactos diésel. Para los gasolina de este segmento, Bosch defiende la instalación de sistemas de recuperación de energía de las deceleraciones como forma de cumplir los objetivos de la futura normativa europea. En cambio, segmentos como las grandes berlinas y los todo caminos sólo cumplirán si montan mecánicas híbridas. Otra alternativa propuesta por Bosch es el empleo de gas natural, con el que calcula que las emisiones se reducen un 25 % frente a un motor de gasolina convencional.

Con este escenario en mente, Bosch ha presentado una serie de innovaciones para responder a las demandas de fabricantes, legisladores y usuarios. Para aprovechar el auge de estas energías, Bosch suministra el sistema eléctrico del Fiat 500e, el híbrido enchufable del Porsche Panamera, el inyector de gas más pequeño del mundo… Bosch calcula que el sistema de recuperación de energía que suministra a varios fabricantes hace que las emisiones disminuyan un 7 %. Por su parte, el sistema híbrido hidráulico patentado por Bosch cuenta con un motor hidráulico que transforma en propulsión la energía de la frenada retenida. El consumo cae un 30 % de media, y un 45 % en ciudad. Otro dispositivo, el iBooster, aumenta la fuerza de la frenada de forma electromecánica, creando la presión que en ciertos momentos le puede faltar al motor. El iBooster sirve tanto para generar más energía que a su vez se pueda recuperar, como para contribuir al funcionamiento de los sistemas de asistencia y reducir la distancia de frenado. Por último, con el eClutch se ahorra otro 5 % de combustible: se trata de un embrague electrónico para cambiar automáticamente a punto muerto en los momentos en los que el conductor deja de acelerar.

En la misma línea de reducir los consumos y las emisiones, Bosch estima que suministrará en torno a un 80 % más de sistemas de inyección directa de gasolina a los fabricantes; un 50 % más de sistemas `common rail´ para los diésel, y el doble de sistemas de tratamiento de los gases de escape Denoxtronic.

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