Si hay algo que nadie duda, es que Apple es una de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Algo que sin duda le ha llevado a estar presente en la mayoría de automóviles actuales, a través del protocolo de conectividad Apple CarPlay. E, incluso, son recurrentes los rumores que aseguran que la compañía estaría trabajando en un coche eléctrico de desarrollo propio.
Lo que no es tan conocido es que la compañía fundada por Steve Jobs ya flirteó con el mundo del automóvil en 1996. Por aquel entonces, la empresa norteamericana estaba al borde de bancarrota y, además, de fabricar ordenadores decidió expandirse al mundo del automóvil como válvula de escape.
El Renault Clio Apple RSi de 1996, el primer coche de Apple
Así las cosas, Renault aceptó añadir el logotipo de Apple en el que, tal vez, sea el modelo con más ediciones especiales de la marca francesa: el Renault Clio Apple RSi, que incorporaba en el lateral la manzana mordida de la marca en color arcoíris.
Además, incluía como regalo por comprarlo un PowerBook 190 junto con un móvil GSM para conectar a Internet desde el coche, algo puntero desde el punto de vista tecnológico en aquella época y que podría considerarse como el primer intento de coche conectado de la historia.
Sin embargo, la colaboración de Apple con el mundo del motor fue un tanto efímera. Tras un periodo fuera de la compañía Steve Jobs, regresó en 1996 y una de sus primeras medidas fue poner fin a este tipo de colaboraciones. ¿Qué hubiera sido de la conectividad en los automóviles si no hubiera tomado esta decisión?
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