Para remediarlo, la marca ha decidido apostar por un modelo como el Legacy 2.0, que se inscribe en el competido segmento de las berlinas medias de gasolina… donde seguro que será tenida en cuenta. ¿Por qué? Aparte del exotismo de llamarse Subaru, este modelo cuenta con tracción a las cuatro ruedas, lo cual siempre es un ‘plus’ de seguridad activa. A esto hay que sumar un diseño muy poco visto, un precio interesante porque ofrece un amplio equipamiento de serie, y la posibilidad de poder adquirirlo también con carrocería familiar -ver recuadro aparte- por 1.800e más. ¿Qué se echa en falta? Una versión diesel y una red de puntos de asistencia algo más amplia.
Por dentro y por fuera
El interior transmite sensación de calidad, gracias a que emplea buenos materiales y el ajuste de todos sus componentes es muy bueno; ambos aspectos son claramente mejores que los del anterior Legacy.
Poca imaginación. El diseño del salpicadero es moderno; si lo deseamos, y a cambio de 2.400e se puede instalar un navegador con pantalla a color. Muy cómodo. La postura de conducción es muy ergonómica, gracias sobre todo a unos asientos muy buenos. Tan sólo el freno de mano, situado muy cerca del conductor, puede molestar a la pierna. ¿Espacio? El suficiente. Respecto a otros modelos de su misma longitud -como el Ford Mondeo-, el Legacy ofrece menos amplitud, sobre todo por espacio para las piernas de los pasajeros que viajan detrás. ¿La razón? El voluminoso túnel de transmisión que recorre el suelo.
Cómo va
El comportamiento del Legacy en carretera no tiene nada que envidiar al de las mejores berlinas europeas de su categoría. Sorprendente agilidad. Este Subaru cuenta con una suspensión bastante firme -que no incómoda-, un centro de gravedad reducido y un peso contenido. Todo ello le dota de un notable carácter deportivo, reflejado en su buena estabilidad y en su facilidad para abordar las curvas. Buen agarre. Además, el Legacy cuenta con la ventaja de su tracción total, que resulta muy interesante, sobre todo para aquellos conductores que circulan normalmente sobre firmes en mal estado, o con lluvia, nieve… Sería perfecto si, además, ofreciera de serie el control de estabilidad. Bien resuelto. Por lo demás, el cambio es rápido y preciso -como en la mayoría de los coches japoneses-, la dirección tiene un buen tacto, y los frenos empleados resultan eficaces.
Veredicto
Por lo que cuesta el Subaru no encontraremos nada igual. Si hubiera tenido una versión con motor diesel habría sido toda una tentación.
Por qué comprarlo: Es muy exclusivo por diseño, marca… y porque no hay berlinas de 140 CV y tracción total.Por qué no comprarlo: Por consumo de carburante no es tan recomendable como los modernos turbodiesel.
Lo que otros no te cuentan
¿Lo quieres familiar? Este nuevo motor también está disponible con la carrocería familiar -Station Wagon-. Respecto a la berlina, además de su diferente diseño, aporta un mayor maletero -459 litros frente a 433-, y una caja con reductora. Al utilizarla, se acortan los desarrollos del cambio, facilitando la subida de una pendiente muy pronunciada en una conducción off road a muy baja velocidad.
¿Basta con 140 CV? Sí… con matices. El motor 2.0 bóxer -con cilindros opuestos- es suficiente para viajar a buen ritmo por autopista, ayudado por su buena aerodinámica y un peso ajustado -1.350 kg, una cifra reducida teniendo en cuenta su tamaño y que tiene tracción total-. Por contra, su cifra de par es sólo correcta, lo cual perjudica las recuperaciones desde baja velocidad. Esto obliga a reducir de marcha a menudo, aumenando el consumo.
Ficha técnica y gama
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