Tanto el Gobierno Vasco, como la DGT y otros organismos encargados de la vigilancia del tráfico están aplicando erróneamente lo que marca la ley vigente en cuanto a márgenes de error de los radares empleados para detectar los excesos de velocidad de los conductores. El resultado está siendo la anulación, casi masiva por jueces de toda España, de diferentes sanciones por exceso de velocidad.
AEA, la Asociación Europea de Automovilístas, viene denunciando estas irregularidades desde la reforma de la Ley de Tráfico en 2010. «Tanto el Gobierno Vasco, como la DGT y otros organismos encargados de la vigilancia del tráfico están aplicando erróneamente lo que marca la ley vigente en cuanto a márgenes de error de los radares empleados para detectar los excesos de velocidad de los conductores», afirmó por aquel entonces el presidente de AEA, Mario Arnaldo.
Sin embargo, las distintas Administraciones con competencia en materia de tráfico no han cambiado sus criterios sancionadores y han venido imponiendo durante estos años cientos de miles de sanciones que, conforme a las recientes resoluciones judiciales, son ilegales. En el caso del País Vasco, AEA calcula que se han podido interponer 250.000 multas erróneas en los últimos cinco años.
Lo que estos organismos están haciendo desde hace años es aplicar el margen de manera previa. De esta forma, si hay una zona de 90 km/h, el radar no se dispara hasta que el coche no supera los 97 km/h. El problema es que cuando un conductor es detectado a 120 km/h en este mismo tramo, la multa impuesta es por circular a 120 km/h, en vez de descontar a los 120 km/h el margen de error legal del 7%, que dejaría la velocidad real en 112 km/h. Ante esta situación, el conductor recibe una multa de 300 euros y 2 puntos, en lugar de los 100 euros que debría.