A través de los prototipos, las marcas muestran sus intenciones para con sus futuros modelos, pero también buscan la respuesta del público. Lo cierto es que los prototipos son mucho más atractivos de lo que luego son las versiones finales de producción. Es una práctica tan común que ni siquiera encuentra oposición entre el público. Por eso, cuando el prototipo en cuestión y el modelo de calle cuentan con diferencias mínimas, el coche que se va a lanzar gana mucha popularidad. Es lo que le ha pasado al Renault 5 que, por petición personal del CEO de la marca, Luca de Meo, se asemeja mucho al prototipo presentado hace unos años.
Presentado recientemente, el Renault 5 se ha mantenido fiel no sólo a las líneas del prototipo, sino también del modelo original. Por eso mismo, como pudo explicar Gilles Vidal, jefe de diseño de la marca gala, durante su presentación, muchos de los esfuerzos se invirtieron en crear una plataforma que permitiera mantener las líneas atractivas del prototipo. Sin embargo, un vistazo profundo permite identificar ciertas diferencias y a continuación te las mostramos todas.

- Los faros: El prototipo contaba con unas ópticas trapezoidales más agresivas. El Renault 5 de producción mantiene la idea, pero la forma cambia hacia unos faros más en línea con los del R5 original.
- La firma luminosa: En el prototipo las formas son más atrevidas, con efectos tridimensionales, mientras que en el R5 de producción sus formas son sobrias, especialmente en los grupos ópticos inferiores.
- Tomas de aire: De seis tomas de aire que teníamos en el prototipo, se ha pasado a tres en la versión de producción. Eso sí, en el modelo de producción destaca otra toma de aire de grandes dimensiones, elemento que en el concept no aparecía, puesto que no estaba pensado para rodar.
- El capó: Aunque en el prototipo se indicó que ‘la entrada de aire’ serviría para cargar el coche, el puerto de carga se ha movido a la aleta del lado del conductor. Sí que se ha mantenido el indicador de nivel de carga.
- Tiradores y espejos: Los tiradores están insertados en la puerta en el prototipo, pero en el Renault 5 de producción se ha optado por unidades convencionales. Algo parecido sucede con los espejos retrovisores. Son más vanguardistas en el prototipo, pero se ha apostado por un enfoque más tradicional en el R5 de calle.
- El travesaño en la parte trasera: El concepto muestra un travesaño con líneas rojas que recorre todo el portón del maletero y que cuenta con el rombo. En el R5 de producción se prescinde del rojo y del logo para colocar únicamente un ‘5’.
- El paragolpes trasero: Es la diferencia más notable. En el concepto, el Renault 5 apostó por el color negro y unas formas sencillas para crear contraste. En el R5 de producción las formas cuentan con más nervios y están acabadas en el color de la carrocería.

Y qué diferencias hay con el Renault 5 original
Si establecemos la comparativa con el Renault 5 primigenio, las diferencias son más que evidentes, si bien, se ha respetado la forma del original. El nuevo R5 es más largo, más ancho, pero con menor altura. Así, mantiene detalles como la disposición del frontal o la inclinación de la parte trasera en una fórmula adaptada a los tiempos modernos.
En el interior, se ha pasado de un habitáculo analógico, espartano… a uno totalmente conectado y digital con varias pantallas. No hay opciones con motor de combustión y únicamente se venderá como modelo 100% eléctrico. Se podrá asociar a una eléctrica con 95, 120 o 150 CV de potencia, junto a una batería de hasta 52 kWh de capacidad para una autonomía de 400 km. Los galos ya preparan el lanzamiento del Renault 5, con las primeras unidades llegando para este mismo otoño a un precio estará por debajo de los 25.000 euros.
