Cataluña, territorio Opel Crossland

Masías, monasterios y un maravilloso camino

Pedro Madera
Pedro Madera

Hay recorridos que guardan toda clase de sorpresas. Algunos parajes catalanes son de una impresionante belleza. Practicar senderismo con el apoyo del Opel Crossland es una buena opción. Una ruta perfecta por el corazón de Cataluña.

GR151 Camí Oliba

Siempre podemos regular nuestro esfuerzo con paradas en los lugares que más nos interesen. Para descubrir la experiencia no hay nada mejor que los 297 kilómetros del GR151 Camí Oliba. Este sendero de gran recorrido (de ahí las siglas GR) cruza y une las comarcas de Bages, Moianés, Osona y Ripollés.

GR151 Camí Oliba

El Camí o ruta Oliba debe su nombre al obispo y Abad Oliba que viajó en el siglo XI por estos lares, de ahí también que pasemos por diversos monasterios y santuarios, ermitas, junto a montañas, bosques y cascadas de agua. Este es el tejido natural que une los distintos pueblos del interior, redes que hoy se pretenden revitalizar a través del turismo.

Posiblemente lo más llamativo sean los pueblos por los que se pasa. Esta ruta atraviesa la sierra para llegar a algunos de los pueblos más bonitos del noroeste de Cataluña, todos ellos besando los pies pirenaicos: Montserrat, Folgueroles, Vilanova de Sau, L’Esquirol, San Pere de Torelló, Vic, Rupit, Santa María de Besora, Camprodon, Molló, Sant Joan de les Abadesses, Ripoll, Sant Miquel de Cuixa, Tavertet o Vidra.

Para algunos, lo más llamativo son las numerosas masías que siguen funcionando como explotaciones agropecuarias. Campos de cereal, bosques que tienen en el otoño su momento más visual y una arquitectura rural que da mucha personalidad al paisaje y son un reclamo muy atractivo.

Las prisas no son buenas compañeras de viaje por estos territorios. Por tiempo o por distancia, la ruta puede fragmentarse en varios tramos. La propia comarca nos propone varias opciones y distintas rutas.

GR151 Camí Oliba
Montserrat

El primer tramo nos lleva de Monsterrat a Vic (86 km en 3 días). Con semejante punto de partida, nos unimos al Camino de Santiago que coincide con el antiguo camino de San Jaume. Resulta obligatorio reservar un tiempo para conocer casco histórico medieval de Vic. La mayor parte del camino es llano y seco, rodeado eso sí por fuertes bosques y pastos verdes. Aunque Vich es un plato fuerte al final de la ruta, gracias a su rica arquitectura (huellas romanas, medievales y modernistas), no hay que perderse el resto de pueblos del camino como Artés con sus vinos y cavas, con denominación de origen, como Manresa o Navarclés.

GR151 Camí Oliba
Monasterio de Sant Joan de les Abadesses

Un segundo tramo no puede llevar de Vic a Sant Joan de les Abadesses, es la más larga y muy interesante. Pasamos por Vich, Folgueroles, Caserres, Vilanova de Sau, Tevertet, Esquirol, SantPerá de Torelló, Santa María de Besora, hasta llegar a San Joan de les Abadesses. La ruta está bien señalizada y se puede hacer en ambos sentidos. Partir de Vich es siempre un buen aliciente y aquí se inicia un sendero de masías, cultivos, naturaleza y tradición. Alojarnos a las afueras en el Parador y recorrer alguna pista forestal por las cercanías del pantano viendo el atardecer es casi una obligación.

Los espacios naturales empiezan a ser más exigentes con subidas y bajadas y vistas importantes como las de parque Savassona, donde podemos perdernos con la ruta del poeta Verdaguer o contemplar la silueta de los Pirineos. Peculiar es el paso por Vilanova de Sau y su pantano, que cubre la antigua ciudad de Sant Roma a excepción de la torre de su campanario.

GR151 Camí Oliba
Iglesia Sant Cristofol Tavertet

Tavertet es otra preciosa parada en nuestro sendero, situado en las alturas de un importante acantilado. La Iglesia de Sant Cristofól de Tavertet, puro románico del XI, y el mirador de Pla del Castell nos garantizan al menos un día de tranquilidad rural.

54 kilómetros y tres días después nos plantamos en San Joan de les Abadesses, destaca por su extraordinario monasterio del siglo IX, fundado por nada menos que Wilfredo el Velloso. Situado en la confluencia del río Ter, sus dos puentes (uno medieval y otro contemporáneo) son dos de los puntos destacados de su geografía.

GR151 Camí Oliba
Abadía Sant Miquel Cuixa

Seguro que nuestro Opel quiere algún día más de ocio. La última etapa nos lleva de Ripoll a San Miguel de Cuixa (39 km en 2 días). En el primero disponemos de un nuevo monasterio destinado a enriquecer nuestras concepciones de arte medieval, además de un castillo, el de Montesquiu, datado del siglo XIII. Las pozas del Torrent de la Cabana le añaden el toque fresquito si estamos en verano. Dos días después, la abadía benedictina de San Miguel de Cuixanos abre sus puertas para apreciar todas las bondades del arte del siglo IX. Pura paz y serenidad agreste que nos hará desear formar parte del grupo de monjes de vida sobria pero buena, y ojo, en absoluto totalmente monacal, en tanto trabajan para su propio beneficio económico y de la comunidad.