Consejos del RACE para conducir con lluvia

Carreteras con charcos, baja visibilidad y peor adherencia de las ruedas sobre el firme son las tres consecuencias más evidentes de la lluvia en carretera. Con los charcos el riesgo de aquaplaning es alto. Si te encuentras una balsa de agua sujeta firmemente el volante, nunca frenes y tampoco aceleres. Y por supuesto, si esa balsa de agua es muy profunda, en ciudad o una zona anegada de una población, evita el riesgo de meterte: como poco, te quedarás tirado dentro y en casos peores hasta te puedes ver arrastrado por la corriente. Por supuesto, un punto importante es el estado de los neumáticos: con dibujo de más de 1,6mm y siempre a presión correcta.
Por supuesto, en lluvia hay que aumentar la distancia de seguridad y adecuar nuestra velocidad a las circunstancias. hay que prestar atención a peatones, ciclistas y motos: con la visibilidad reducida por la lluvia pueden ser más difíciles de ver.
El RACE recomienda circular en estos días siempre con la luz encendida. Esto posibilita que nos vean mejor y además se reduce la fatiga si nosotros vemos mejor. Y no sólo la lluvia provoca esa menor visibilidad: en otoño la luminosidad es menor en cualquier momento del día. Hay que mantener el habitáculo ventilado y una temperatura lógica ya que la mala ventilación o el calor provoca mayor cansancio al volante.