En 2020 se celebrarán en Japón los Juegos Olímpicos, y estamos seguros que serán toda una exhibición de tecnología propia del país. De momento, ya sabemos que el gobierno desea que los taxis que presten servicio en las instalaciones deportivas sean coches de conducción autónoma.
El proyecto se llama “Robot Taxi” y está listo para que comience su fase de pruebas a primeros de 2016, informa el comparador de neumáticos online. Esta fase se hará en Fujisawa, localidad cercana a Tokio, en donde comenzarán a rodar medio centenar de estos taxis sin conductor. Con 416.418 habitantes y, sobre todo, una alta densidad de población (casi 6.000 personas por kilómetro cuadrado), el objetivo es comprobar el funcionamiento de los modelos creados con la más avanzada tecnología.
Fruto de la colaboración entre “ZMP”, especialista en tecnología de vehículos autónomos, y “DeNA”, empresa dedicada al desarrollo de sistemas para móviles (es propietaria de una de las plataformas de juegos para móviles más populares del país), los “Robot Taxi” llevan un sistema de radares y cámaras que analizan las imágenes del entorno y un preciso navegador vía satélite.
En un principio, la distancia máxima que harán estos modelos serán 3 kilómetros, recorrido que los ocupantes podrán hacer sin necesidad de contar con un conductor al volante.
La edad de los conductores japoneses, clave
Aquí está una de las razones por las que se quiere avanzar en este tipo de coches en Japón: según las autoridades, en los próximos tres años el número de conductores de más de 75 años será superior a 5 millones. A esto hay que añadir que esta franja de edad fue la responsable de 458 accidentes mortales en 2013, un 20 % más que hace 10 años.
Aquí está la clave del gobierno de Japón para impulsar este proyecto. Además, todo ello es consecuencia de que la demografía japonesa es una de las que tiene un envejecimiento más rápido de todo el mundo. Por lo tanto, la demanda de un avanzado sistema de transporte público se convierte en prioridad. Si todo marcha según lo previsto, en 2020 veremos unos Juegos Olímpicos muy “autónomos”.