Para la mayoría de los conductores, llevar puesto el cinturón de seguridad en el asiento delantero de un coche se ha conseguido en un hábito que refleja las leyes cada vez más estrictas sobre la materia implantadas por toda Europa y la mayor concienciación pública acerca de los beneficios del cinturón de seguridad. Sin embargo, esta tendencia varía si hablamos de las plazas traseras. El Consejo Europeo de Transporte calcula que, solo en la Unión Europea, el uso de los cinturones de seguridad traseros evitó más de 8.600 muertes. El consejo también informa que en 2013, hasta un 60 por ciento de las 1.900 personas fallecidas en autopistas europeas no llevaba puesto el cinturón de seguridad.
Una encuesta encargada por Ford entre más de 7.100 adultos de toda Europa ha revelado que más de uno de cada tres encuestados decidió no utilizar los cinturones de seguridad en la parte trasera. Además, la encuesta muestra que los mayores de 40 años son más proclives a no utilizar el cinturón de seguridad en los asientos traseros (46%). En cambio, entre los jóvenes menores de 24 años solo un 21% admitieron que no lo utilizan. Los conductores de más de 40 años también son los que menos insisten en que los ocupantes de los asientos traseros utilicen el cinturón.
La encuesta realizada en Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Reino Unido y Rumanía también muestra que estos últimos son los más proclives a viajar sin utilizar el cinturón de seguridad (84%), seguidos de los italianos (56%) y los españoles (39%). Los conductores de Rumanía son los que menos insisten en que los ocupantes de los asientos traseros utilicen el cinturón de seguridad (solo el 39%), seguidos de los italianos (53%) y los belgas (85%).
La Red de Policía de Tráfico Europea (TIPSOL) ha organizado una campaña específica de una semana recientemente, y una operación similar a nivel europeo llevada a cabo el pasado septiembre tuvo como resultado un total de 95.000 multas a conductores y pasajeros.
La organización internacional de seguridad vial IRTAD** recoge datos globales relativos al uso de los cinturones de seguridad traseros. Sus conclusiones apuntan a que los alemanes (97%) son los más proclives a utilizar el cinturón de seguridad trasero, y mientras que los griegos (23%), italianos (10%) y serbios (10%) son los que más se resisten a utilizarlos.