Los coches eléctricos han venido a borrar muchas costumbres del mantenimiento tradicional: adiós a los cambios de aceite, al embrague o a las revisiones cada pocos miles de kilómetros. Sin embargo, según informan medios internacionales, en los foros especializados y en algunas redes sociales ha surgido un detalle que ha desconcertado a más de un propietario de Tesla: el Model Y cuenta con lo que algunos llaman un “filtro de aceite”. ¿Un error, un retroceso… o simplemente un malentendido?
El elemento en cuestión es una pieza cilíndrica metálica incluida en ciertos kits de mantenimiento y etiquetada bajo el número de referencia 1618882-50-B. Muchos se han llevado las manos a la cabeza al verla, preguntándose cómo puede ser que un coche 100% eléctrico necesite un componente que recuerda a los filtros de aceite de los motores térmicos. La clave está en saber exactamente qué está filtrando… y para qué.

Aceite sí, pero no del que estás pensando
Aunque no hay pistones ni válvulas que lubricar, los motores eléctricos del Tesla Model Y transmiten su potencia a las ruedas mediante un reductor. Este sistema de engranajes compactos transforma las miles de revoluciones por minuto del motor eléctrico en un par útil para la tracción. Y ese conjunto mecánico sí necesita lubricación, refrigeración y protección frente al desgaste.
El fluido que circula en esa parte del sistema no es aceite de motor, sino un aceite específico para transmisiones eléctricas, conocido en algunos círculos como KAF1 o EDF. Este fluido mantiene su rendimiento durante años, pero requiere estar limpio para evitar daños a largo plazo. Aquí entra en juego el famoso filtro.
Cada tren motriz del Model Y lleva su propio sistema cerrado. En las versiones de tracción total, encontramos dos filtros: uno para el motor delantero y otro para el trasero. En el caso de los modelos con propulsión trasera, solo se monta uno.
Un mantenimiento discreto, pero importante
¿Y qué pasa con el mantenimiento? Aquí viene otro detalle curioso: el manual de usuario no menciona nada sobre cuándo cambiar el aceite o el filtro. Sin embargo, los manuales técnicos internos que utilizan los mecánicos de Tesla sí contemplan su sustitución, especialmente cuando se abre el cárter o si se detecta alguna fuga o incidencia.
Este enfoque encaja con la filosofía de Tesla: simplificar al máximo la experiencia del usuario, evitando que tenga que preocuparse por tareas técnicas. Aun así, es recomendable sustituir este filtro cada ciertos años, especialmente si se quiere asegurar una larga vida útil al sistema de transmisión, cuya reparación podría resultar bastante costosa.

Una paradoja muy del siglo XXI
Resulta irónico que, en plena era eléctrica, cuando muchos creían haber dicho adiós para siempre al aceite, un coche como el Tesla Model Y conserve una pieza tan similar a un filtro tradicional. Pero es una paradoja con lógica: aunque no haya combustión, la fricción sigue existiendo, y cualquier sistema mecánico sometido a altas exigencias necesita cuidados.
La buena noticia es que no requiere mantenimiento frecuente. Un paso por taller especializado cada cinco años (o si hay signos de desgaste o fuga) es más que suficiente para mantener el sistema en forma. Eso sí, mejor no olvidarse de que está ahí, porque de ese pequeño filtro depende, en parte, que tu Model Y siga entregando aceleraciones fulminantes durante mucho tiempo.
Por lo tanto, no, tu Tesla no echa de menos el diésel. Pero sí necesita una pequeña ayuda para mantener su sistema de transmisión tan fino como el primer día. Porque, por muy eléctrico que sea, hasta el coche más moderno necesita algo de lubricación para seguir volando en silencio.
Síguenos en nuestras redes X, Facebook, TikTok e Instagram, o en nuestro canal de YouTube donde te ofrecemos contenidos exclusivos. Y si te apuntas a nuestra Newsletter recibirás las noticias más destacadas del motor.