Hace poco más de un mes te contamos que Elon Musk, el mandamás del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, tenía pensado enviar una unidad del Tesla Roadster a Marte, el planeta rojo. Y para que veas que Musk no estaba de broma -por muy locura que puedan parecer algunos de sus planes-, hoy te traemos la prueba: el descapotable norteamericano ya ha despegado hacia Marte desde el Centro Especial Kennedy de la NASA, ubicado en Florida, Estados Unidos.
El lanzamiento se ha hecho desde la plataforma LC-39A, un sitio histórico desde el que despegaron las misiones Apolo a la luna en las décadas de 1960 y 1970. Y a pesar de que estaba previsto para las 19:30 horas -hora peninsular-, el cohete no ha podido despegar hasta las 21:45 horas debido al viento; lo cual no ha impedido que lo haya hecho entre multitud de gritos y aplausos.
Falcon Heavy: el cohete más potente del mundo
El Tesla Roadster va a bordo del Falcon Heavy, fabricado por la empresa SpaceX, que igualmente pertenece a Elon Musk. Se trata del cohete más potente del mundo y se espera que tanto la nave como el vehículo que va en su interior estén orbitando por el espacio unos seis meses hasta llegar a Marte. Y como acostumbran los yanquis, ha sido todo un espectáculo: el despegue ha estado acompañado por el tema Space Oddity, de David Bowie, y ha estado grabado desde el interior del Falcon Heavy por varias cámaras.
El cohete en sí mide 70 m de altura y es capaz de poner en órbita un peso de hasta 64 toneladas. Se compone de tres cohetes Falcon 9 unidos, que es el cohete encargado de poner en órbita satélites y los cargueros no tripulados Dragon, que sirven para enviar suministros a la Estación Espacial Internacional. Para hacerlo ha suscrito un acuerdo con la NASA que también incluye el desarrollo de una nave espacial para llevar a los astronautas hasta allí, un lugar situado a unos 400 km de la Tierra.
Un experimento con vistas al futuro
Este lanzamiento podría servir como prueba para, en un futuro, lanzar misiones tripuladas tanto a Marte como a la Luna. Uno de sus mayores atractivos es que cada lanzamiento cuesta unos 90 millones de dólares, más de 900 millones de dólares de ahorro con respecto a lo presupuestado por la NASA para misiones similares. Por su parte, Elon Musk ha dicho que “va a ser un éxito emocionante o un fracaso emocionante”. Y no cabe duda.