En poco más de dos semanas comenzará un año decisivo para Toyota. Y es que 2019 será un punto de inflexión para la marca japonesa, ya que ninguno de sus turismos de nueva producción vendidos en España contará con una versión diésel y todos los modelos que se introduzcan en nuestro mercado a partir del próximo año tendrán una variante híbrida. El objetivo de la compañía nipona es que en el año 2050 sus vehículos emitan un 90% menos de CO2 que los que estaban a la venta en 2010.
Para conseguirlo, Toyota ha optado por electrificar progresivamente toda su gama, de manera que ampliará su oferta de vehículos híbridos. De acuerdo a los planes, la marca ofrecerá al menos una versión híbrida para cada nuevo modelo turismo que llegue a partir de 2019 y, de la misma forma, acabará con la oferta diésel en los próximos lanzamientos. La estrategia afecta a Toyota y a Lexus y, de cara al futuro, se espera que lleguen nuevos modelos completamente eléctricos (EV), híbridos enchufables (PHEV) y con pila de combustible de hidrógeno (FCEV), como el Toyota Mirai, que ya se comercializa en algunos países europeos; todo ello ampliando la oferta de modelos híbridos (HEV).
Aumenta la demanda de híbridos
A priori, conseguir su objetivo no debería ser un problema para Toyota, ya que actualmente ocho de cada diez vehículos entregados en España son híbridos. En el caso de Toyota, el 71% de sus ventas en nuestro mercado corresponden a vehículos HEV, mientras que, en el caso de Lexus, son el 100% de las ventas. Al fin y al cabo, esta decisión sigue la tendencia natural del mercado, puesto las ventas de modelos Toyota con motor diésel han caído en un 40% a lo largo de los últimos cinco años y, en el mismo periodo, las ventas de híbridos se han incrementado en un 418%.
