Conocidos como sistemas AEB (Autonomous Emergency Braking -Frenada Autónoma de Emergencia-) entran en funcionamiento cuando su radar o láser detecta una alta probabilidad de colisión con el vehículo u objeto que tenemos delante -la mayoría de estos dispositivos necesitan que esté a menos de diez metros-. Si anticipan que se va a producir un alcance, primero avisan al conductor mediante señales visuales y acústicas y, si sigue sin responder, reducen automáticamente la velocidad del vehículo por sí solos.
En la actualidad, un 21 % de los vehículos en el mercado incluyen un sistema AEB. Empezó siendo un equipamiento ofrecido por las firmas premium –Volvo, Mercedes, Infiniti…-, pero ya ha llegado a las marcas generalistas, e incluso a microurbanos como el Volkswagen Up!.