
En ello ha influido de forma decisiva que, según su propia investigación, estos sistemas no estén disponibles en el 79 % de los modelos que se comercializan en Europa, así como en el 66 % de las marcas. Para EuroNCAP es fundamental que este elemento de seguridad se popularice si se quiere alcanzar el objetivo de reducir en un 50 % las víctimas mortales en Europa por accidentes de tráfico para el año 2020.
Estos sistemas utilizan un radar para detectar el riesgo inminente de colisión y alertar al conductor o, incluso, accionar los frenos automáticamente.
EuroNCAP ha reconocido que, hoy por hoy, estos dispositivos se encuentran principalmente en vehículos de gama alta, valorando el esfuerzo de Mercedes, Volvo e Infiniti por incluirlos en sus modelos, así como a Jaguar, Land Rover, Audi y Lexus por ofrecerlos como opción, y Mazda, Ford, Honda y Volkswagen por apostar por ellos en segmentos generalistas –Ford Focus, Honda Civic, Volkswagen Up!…-.