El Volvo 240 Turbo cumple 30 años

El apodado como "El ladrillo volador" -The flying brick-, o lo que es lo mismo, el Volvo 240 Turbo, se hizo con el Campeonato Europeo de Turismos (ETC) y el equivalente alemán, la Deutsche Touringwagen Meisterschaft (DTM) en el año 1985.


El Volvo 240 Turbo supuso una nueva era para Volvo, marca que lo lanzó al mercado en 1981 con un motor turbo bajo el capó ya que demostró de lo que era capaz la marca sueca: construir modelos seguros y rápidos. Para ello, le dotó de un motor de 2,1 litros que generaba 155 CV, gracias al cual aceleraba de 0 a 100 km/h en 9 segundos llegando a una velocidad máxima de 195 km/h.
 
Pese a que en 1982 las normas para competir en el Grupo A cambiaron: los coches que se empleaban en la competición tenían que ser tomados directamente de la línea de montaje, el número de modificaciones era mucho más limitado, al menos se tenían que producir 5.000 unidades del modelo que se empleaba como base cada año y se tenían que construir 500 unidades del vehículo evolucionado;  Volvo no se dio por vencida y en 1983, los 500 coches estaban alineados para una inspección de uniformidad. Cada una de esas unidades contaba con turbos más grandes, sistemas de control modificados y un sistema de inyección de agua en la entrada de la admisión.
Volvo 240 Turbo

El enfoque de Volvo se amplió en 1985. Ahora dos equipos fueron contratados para operar como un equipo de fábrica. Uno, el equipo suizo Eggenberger Motorsport participó en ETC bajo el nombre de Volvo Dealer Team Europe teniendo como pilotos al sueco Thomas Lindström, al alemán Sigi Müller Jr., al italiano Gianfranco Brancatelli y al belga Pierre Dieudonné. El otro equipo de ETC fue la sueca Magnum Racing con Ulf Granberg, Anders Olofsson y Ingvar Carlsson como pilotos.
 
 «Los ladrillos voladores» pronto demostrarían su ventaja a pesar de competir contra coches con motores significativamente más grandes, como el Rover V8 3500 y el BMW 635; pero el Volvo 240 Turbo tenía culatas de aluminio y pistones forjados, así como bielas y cigüeñales modificados. La inyección utiliza un sistema K-Jetronic Bosch hecho a medida y el turbo Garrett contaba con una presión de hasta 1,5 bares. El resultado fue que el motor de 2,1 litros generaba alrededor de 300 CV dando al coche una velocidad máxima de 260 km/h.

El 13 de octubre de 1985, después de la carrera en la pista de Estoril en Portugal, todo había terminado. Volvo había ganado 6 de 14 carreras y Lindström / Brancatelli había ganado la serie entera ETC. Lo mejor es que Per Stureson ganó el campeonato DTM después de una victoria y cinco podios. Y por si esto no fuese suficiente, Volvo también ganó los campeonatos de turismos en Finlandia, Portugal y Nueva Zelanda en 1985. Además de esto, una unidad con volante a la derecha ganó el campeonato de rally de Escocia en el mismo año.

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