Después de la actualización de prácticamente toda su gama en los últimos años y la llegada de modelos que se presumen claves en su futuro próximo, Volvo acaba de anunciar que muy pronto se subirá al carro de la electrificación completa de varios motores. Concretamente, 2019 es el año marcado en rojo en el calendario de la firma sueca para el lanzamiento de su primer coche 100% eléctrico, y es que Volvo lleva ya varios años haciendo pruebas con vehículos con propulsor eléctrico.
Tanto es así, que la plataforma modular sobre la que se asentará la futura oferta de coches eléctricos de Volvo estaría en una avanzada fase de desarrollo. Se llamará MEP y con ella Volvo reducirá ostensiblemente los costes de producción. Ésta estaría preparada para soportar potencias de entre 135 y 604 CV, y baterías con una capacidad máxima de 100 kWh, lo cual significaría que los Volvo con motor eléctrico podrían gozar de una gran autonomía, que incluso podría superar los 500 km, un territorio en el que actualmente solo se ha adentrado Tesla.
Asimismo, en 2018 podríamos asistir a la presentación de un híbrido enchufable cuyo motor de combustión tendrá tres cilindros para minimizar el consumo de combustible; mientras tanto, la marca suela también estaría trabajando en nuevos híbridos con sistemas de apoyo eléctrico de 48V. El objetivo principal de éstos sería terminar completamente con la oferta de motorizaciones diésel.
Según Mats Anderson, Director General de Sistemas de Propulsión Eléctrica de Volvo, «estamos comprometidos con la electrificación. No hay vuelta atrás». No obstante, todavía se desconoce por completo cuál será el modelo escogido por Volvo para estrenar su gama eléctrica; y es que podría ser un coche que ya exista o uno totalmente nuevo.