Si eres un aficionado a Audi, quizá te suene la marca alemana de coches y motos NSU (creada en 1873) como uno de los referentes del fabricante de los cuatro aros. No en vano, Volkswagen compró la firma NSU en 1969 y la integró en la marca Auto Union, que había comprado en 1964; creando así la Audi NSU Auto Union AG… que, a partir de 1985 seria rebautizada simplemente como Audi.
Una vez repasada la historia, pongámonos en situación. NSU tenía su fábrica principal en la localidad alemana de Neckarsuln (de hecho, las siglas NSU son la abreviatura de este nombre; y Audi continúa fabricando coches allí) y, ahora, coincidiendo con el 150 aniversario de la fundación de la marca; Audi ha querido hacer un guiño a sus orígenes… pero convenientemente electrificado.
Para ello, hasta 12 aprendices de los cursos de mecatrónica, carrocería, mecánica y pintura del automóvil de la marca alemana han estado construyendo, desde el pasado mes de enero, el Audi NSU Prinz EP4. O, lo que es lo mismo, un prototipo eléctrico construido sobre una unidad de 1971 del NSU Prinz 4, un automóvil de 3,44 metros y de motor trasero construido por NSU de 1961 a 1973.
La creación de este Audi NSU Prinz EP4, paso a paso
La transformación del NSU Prinz en este Audi no ha sido fácil, aunque los aprendices contaron con el apoyo del departamento de Desarrollo Técnico de Audi. De entrada, hubo que arreglar “el óxido de la carrocería” del Prinz, señala uno de los aprendices especializados en chapa y pintura.
Y mientras tanto los especialistas en mecánica se pusieron a trabajar en el motor, la batería y la suspensión. Así, en la parte trasera del Prinz 4, donde el NSU albergó su motor bicilíndrico de gasolina y de sólo 30 CV, los aprendices instalaron en cambio un motor de 176 kW o 240 CV procedente de un Audi e-tron de 2020.
Asimismo, había que encontrar un lugar para la batería, en este caso una de 14,4 kWh netos proveniente de un Audi Q7 TFSIe quattro híbrido enchufable. ¿El sitio indicado? El vano portaequipajes del NSU, que se ubica bajo el capó delantero. La refrigeración de la batería se efectúa a través de la gran toma de aire situada en la parte inferior del parachoques, mientras que, para refrigerar el motor, el portón posterior puede quedar fijado en una posición semiabierta.
El Prinz EP4 conserva los rasgos propios del modelo de los años 70, como sus líneas de hombro y techo o faros inspirados en los originales. Pero el brutal incremento de las prestaciones (en origen, el Prinz alcanzaba los 120 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 23,7 segundos) obligó a los aprendices de Audi a ensanchar tanto el chasis como la carrocería.
Para lo primero, recurrieron al chasis de un Audi A1, y para lo segundo, no dudaron en utilizar la impresión en 3D para crear unas aletas con unos enormes pasos de rueda. Aprovechando lo ancho de sus formas, los estudiantes pintaron la carrocería en los colores de competición de la marca, el Gris Suzuka y Negro Brillante; además de colocarle dos llamativos alerones. En referencia al aniversario, también incluyeron la inscripción ‘150’ en el lateral del vehículo. Ah, y para reducir el peso del frontal, el capó delantero se realizó en fibra de carbono.
Los toques deportivos se mantienen en el interior, donde los dos ocupantes cuentan con baquets Recaro y el conductor tiene como única referencia una pantalla digital donde aparecen todos los datos necesarios, así como el diagnóstico del sistema eléctrico.