Si has viajado en autocaravana, seguro que recuerdas la primera vez como una experiencia inolvidable. El abanico de posibilidades que abre el caravaning es enorme, aunque, sobre todo, lo más valorado es la libertad que ofrece.
No obstante, hay maneras de que este recuerdo sea el mejor posible, para lo cual hay que seguir una serie de reglas o consejos básicos que quizá el más profano en esta área desconozca. Es natural, pero por eso mismo, viajar con alguien con conocimiento «camper» facilita las cosas.
Vacaciones en autocaravana: antes de partir
Las comprobaciones previas a iniciar el viaje no difieren de las de cualquier turismo: niveles del motor (aceite, refrigerante, liquido de frenos, lavaparabrisas…). También es conveniente revisar los filtros, especialmente el de aire (si no está muy sucio, se puede limpiar con un aspirador o soplador). No te olvides de limpiar bien los cristales y los faros, muy especialmente si vas a viajar de noche.

Capítulo aparte merecen los neumáticos. el fabricante Nokian ha creado una pequeña guía con consejos que debes de tener muy en cuenta; por ejemplo, llevar el tipo de ruedas adecuado (deben de ser de furgoneta, que estás preparados para aguantar más peso) y respetar las presiones recomendadas por el fabricante.

Vacaciones en autocaravana: ojo, no todo es libertad…
Las recargas y los residuos son dos de las claves a solucionar del viaje en autocaravana. Llenar el agua, recargar la energía eléctrica o el gas y vaciar correctamente los residuos son operaciones básicas (y obligatorias) que debemos tener en cuenta en todo viaje. Dominarlas es fácil, pero es un hábito que todo neófito debe aprender antes de salir de viaje.
El máximo placer de viajar en autocaravana, la imagen básica que se dibuja en la mente de cualquier aficionado al camper, es dormir al aire libre, descansar en plena naturaleza. En definitiva, elegir el sitio correcto para pernoctar.
Podríamos decir que el lugar donde dormir es otra de las preguntas básicas que organizarán nuestro viaje. Naturalmente, el grado de libertad es muy grande, pero hay que conocer la legislación vigente antes de pasar la noche en un lugar u otro.

Una regla básica al respecto: mientras el vehículo esté estacionado y no acampado, podrás dormir en casi cualquier lugar como si fuera un vehículo normal. En caso de señales específicas o prohibiciones sobre este tipo de vehículos tenemos las de perder.
Así pues, y ante cualquier asomo de duda, aparcar la autocaravana como haríamos con un coche solucionará este problema. Eso implica prescindir de barras estabilizadoras (salvo caso necesario por seguridad), y respetando el perímetro del vehículo a la hora de abrir ventanas o subir el techo.
Están prohibidos los toldos que ocupen más que la superficie de la autocaravana parada. Lo mismo sucede con verter todo tipo de fluidos o emisiones. Para vaciar el vehículo o recargar agua o energía hay que acudir a un lugar autorizado para estacionar autocaravanas.
Vacaciones en autocaravana: vigila el tamaño
Nuestro vehículo camper es, ante todo, un vehículo. Lo que implica respetar el Reglamento General de Circulación que, desde el 29 de enero de 2019, equipara, a estos efectos, a las autocaravanas y furgonetas camper con los turismos, siempre y cuando tengan una masa máxima autorizada igual o inferior a 3.500 kilogramos.

En ese caso podrán circular por autopista y autovía a 120 km/h. En carreteras convencionales se mantiene la velocidad de 90 km/h. En el caso de las autocaravanas de más de 3.500 kg, la velocidad máxima será de 90 km/h en autopista y autovía y de 80 km/h en carretera convencional, al igual que los camiones y las furgonetas. Ojo al peso del vehículo: el carnet de categoría B marca un límite de 3.500 kilogramos a la hora de conducir vehículos con carga.
El único punto que requiere un cuidado especial a la hora de ponernos al volante de una autocaravana son los giros. Nuestro vehículo tiene un peso y longitud mayor que el de un vehículo convencional y hay que tener en cuenta ese factor a la hora de afrontar curvas. Un consejo fundamental es tratar de separarse un metro de paredes, señales, semáforos y otros coches cuando toque afrontar un giro.
Eso, y adelantar otros vehículos. Hay que ser cuidadoso por si el volumen del que vamos a adelantar es superior al esperado. Si es un vehículo de gran volumen, este hará de escudo contra la masa lateral de aire y puede variar nuestra trayectoria una vez lo rebasemos. Con saberlo y llevar el volante bien sujeto, problema solucionado.
