BMW acaba de presentar la segunda generación del BMW Serie 8 Coupé, un coupé de grandes dimensiones que combina el lujo y el confort de un gran turismo con las prestaciones de un deportivo. Llegará al mercado en noviembre de este año.
Aprovechando su participación en las 24 Horas de Le Mans con el BMW M8 GTE, BMW acaba de presentar su nuevo buque insignia, el BMW Serie 8 Coupé. Este coupé de grandes dimensiones –mide 4,84 metros de largo– llega casi treinta años después del lanzamiento del primer Serie 8 y, de igual manera que su predecesor, combina el lujo y la última tecnología de la firma bávara con las altas prestaciones y el dinamismo.
Su carrocería de dos puertas guarda un gran parecido con la del BMW Serie 8 Concet presentado en la edición 2017 del Concorso d´Eleganza Villa d´Este, aunque el diseño del frontal es más similar al del BMW Serie 4 o al del nuevo BMW X5, con una parrilla de grandes dimensiones y faros delanteros de tipo led que se extienden hasta los laterales y pueden ser de tres tipos: led, led adaptativos o con tecnología láser.
Sus líneas dejan claro el carácter deportivo del conjunto a través de las múltiples tomas de aire y la caída del techo que, eso sí, reduce el espacio para la cabeza en las dos plazas traseras. En la zaga, llama la atención la marcada línea de las caderas y las dos salidas de escape cromadas de gran tamaño. La tapa del maletero da acceso a un espacio de carga de 420 litros, si bien puede aumentar su volumen abatiendo el respaldo de los asientos posteriores.
Conectividad total
Por dentro, la disposición de los mandos y el diseño son los típicos de BMW, con una posición de conducción muy baja y la consola central orientada hacia el conductor. De igual manera que el BMW X5 de cuarta generación, incorpora la recién estrenada instrumentación digital de BMW con pantalla de 12,3″, mientras que la pantalla táctil central tiene 10,25″ y se puede controlar de forma táctil, a través de gestos, con la voz o desde el mando iDrive. También cuenta con un head up display que proyecta gráficos 3D.
Por supuesto, la calidad de los materiales y sus ajustes son intachables y la conectividad es total, incluyendo compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, además de conexión a internet y servicios en línea de BMW con actualizaciones en tiempo real sobre el tráfico o el tiempo. Opcionalmente, puede incorporar carga inalámbrica para dispositivos móviles o un sistema de sonido firmado por Bower & Wilikins con 16 altavoces. Con el paquete opcional M Sport se añaden asientos deportivos, un volante exclusivo, detalles decorativos específicos con el logo M y, ya en el exterior, piezas de fibra de carbono, llantas de 20″ o pinzas de freno de color azul con el logo M.
De inicio, dos motores
En el plano mecánico, estará disponible con dos motores en el momento de su lanzamiento, ambos con cambio automático Steptronic Sport de ocho velocidades y tracción total xDrive. El menos potente es el diésel biturbo 840d xDrive con motor de seis cilindros en línea y 320 CV. El más potente, hasta la llegada del M8, será el M850i xDrive con un V8 biturbo de 4.4 litros y 530 CV.
Con el objetivo de garantizar el mejor rendimiento en cualquier circunstancia, BMW dotará al Serie 8 con un selector de modos de conducción que permita cambiar entre cinco opciones: Adaptative, Comfort, Eco Pro, Sport y Sport+. Tampoco faltaran los últimos asistentes a la conducción de la compañía, como control de velocidad activo con función de parada y arranque, el aviso de cambio de carril involuntario y la asistencia para mantenerse en el carril, la protección contra colisiones laterales, la alerta de tráfico cruzado, el sistema de ayuda al aparcamiento con visión 360 grados en 3D o la frenada de emergencia.