La Unión Europea (UE) se encuentra inmersa en un debate crucial en torno a la creciente presencia de coches eléctricos en el mercado europeo. Ante la amenaza de una avalancha de vehículos eléctricos provenientes de Asia, la UE está considerando la imposición de aranceles para proteger a los fabricantes europeos.
Ante esta incertidumbre, Francia ha decidido tomar la iniciativa y establecer un sistema de puntos como criterio para otorgar ayudas públicas a la compra de coches eléctricos. Esta medida, que se espera entre en vigor a partir de enero de 2024, se convertiría en un filtro que dejaría fuera de las subvenciones a la mayoría de los vehículos de origen asiático.
Esta controvertida medida de Francia ha generado un importante revuelo en el sector automotriz y las relaciones comerciales internacionales. Previamente al anuncio, el ministro de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Maire, realizó una visita a China en julio para reunirse con el presidente de BYD, Wang Chuanfu. La empresa china de coches eléctricos tiene planes de establecer una fábrica en Europa, y Francia estaba compitiendo activamente para ser el país anfitrión de esta planta, que podría ubicarse en Hauts-de-France, donde actualmente se encuentra una instalación de Renault.
La decisión de BYD

Sin embargo, la noticia de las restricciones impuestas por Francia ha provocado una reacción inmediata por parte de BYD. La marca china ha amenazado con descartar a Francia como posible ubicación para su gigafactoría si persisten en la imposición de estas medidas restrictivas, según informó el periódico La Tribuna.
Además de las restricciones en las ayudas públicas, BYD también ha mencionado la posibilidad de aumentar el precio de sus baterías. Esta medida tendría un impacto significativo, ya que la mayoría de los automóviles eléctricos franceses dependen de las baterías producidas por BYD. La empresa china, además de ser un fabricante de automóviles, es el principal proveedor mundial de celdas de batería.
La decisión de BYD y Francia podría afectar a España de una manera positiva, ya que en caso de que la planta no se establezca en territorio francés, BYD está considerando otras opciones en países como España, Alemania, Hungría o Polonia.
