Lo habitual es que las marcas contraten -y paguen- los servicios de una entidad homologadora privada, como por ejemplo, Applus IDIADA, en Barcelona, que pone los medios técnicos y resuelve todo el ‘papeleo’. El resultado es válido para los países que se acojan a esa homologación que, en el caso de la NEDC, son todos los de la Unión Europea. Pero, si se quiere vender ese vehículo en países como Japón, Brasil, Estados Unidos… tendrá que pasar allí sus correspondientes pruebas de homologación. Además, deben cumplirse todos estos requisitos:
La prueba se realiza… ¡con un prototipo!
La homologación se lleva a cabo mucho antes de que el coche esté terminado y listo para comercializarse, por lo que no existen ninguna unidad definitiva. Por eso, para realizar la prueba, la marca presenta un prototipo que reproduce la forma, el tamaño, el peso, la aerodinámica… del modelo definitivo. El primer paso es lanzar este prototipo en punto muerto por una recta a 120 km/h y, sin actuar sobre los frenos, se mide cuánto tiempo tarda en detenerse por completo. Con esta información, se calculan los ‘factores de carga’, que permiten determinar, sobre el banco de rodillos, cómo influirían el peso, la aerodinámica… si circulara en carretera.En realidad, sólo se prueban los motores
Para cada modelo, en el banco se deben probar, al menos, tres motores idénticos que deben registrar el mismo resultado para que la prueba sea válida. Cada motor puede tener un rodaje máximo de 125 horas ó 15.000 km y, antes de comenzar la prueba, tanto el propulsor como sus líquidos -aceite y refrigerante- deben estar a una temperatura de funcionamiento de entre 20 y 30ºC.
Dónde se prueban
En un circuito y en un banco de rodillos
El circuito: Aquí se calculan sólo los ‘factores de carga’ del punto anterior. En concreto, se utiliza una recta completamente llana, sin viento y con un mínimo de 750 metros de longitud.
El banco de rodillos -o dinamométrico-: Es como un laboratorio, pues permite controlar todas las variables ambientales: temperatura, presión atmosférica, humedad... El propósito del banco es simular la resistencia al avance del vehículo real, que es producto de su resistencia aerodinámica, de rodadura y de su inercia. Los ‘factores de carga’ sirven para que el banco sepa calcular las dos primeras magnitudes -la resistencia aerodinámica y la de rodadura-, y la inercia se determina a raíz del peso del vehículo; para esto último existen 22 categorías divididas en tramos de 110 kg y el coche se encuadra en la que le corresponde. Con estos datos, se ‘ajusta’ la programación del banco para obtener un resultado más fiable. Durante la prueba, un probador de la marca tiene que ‘hacer funcionar’ el coche -ver siguiente apartado- y, en todo momento, un equipo de personas del centro de homologaciones comprueba que el examen se realiza correctamente.
El recorrido ‘simulado’
La prueba consta de tres partes:
1 En la primera parte se comprueba que el motor no sobrepasa unos parámetros de contaminación máximos para poder ser homologado: emisiones de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, combustible no quemado y, en el caso de los diesel, partículas sólidas.
2 La segunda sirve para que el probador, que durante el test deberá seguir las indicaciones que aparecen en una pantalla ubicada delante del coche -visible a través del parabrisas-, pueda practicar antes de efectuar la prueba definitiva -es decir, aquí los resultados no se tienen en cuenta-. También se comprueba que todos los aparatos de medición estén bien calibrados.
3 En la tercera parte, se realiza el NEDC: el test simula, en el banco de rodillos, el equivalente a un recorrido de 11,023 km, que se realiza en 19 minutos y 40 segundos. Está dividido en dos fases: una que reproduce un recorrido urbano, que dura 13 minutos, y en el que se simulan 12 paradas en semáforos; se efectúa a una velocidad media de 19 km/h y se recorren 4.067 m… y la segunda que equivale a un recorrido por carretera, siempre en llano -como en la prueba de ciudad-, seguido de otro por autopista en el que apenas ‘circula’ unos segundos a 120 km/h. Esta prueba dura en total 6 minutos y 40 segundos, y en ella se recorren 6.956 m.
Los resultados
El dato de consumo homologado se calcula en función de lo que haya gastado el coche durante las dos fases de la prueba. Con esto, se obtiene la etiqueta de homologación del motor y, junto con el resto de los test -seguridad, dimensiones…-, el vehículo ya puede ser comercializado.