La mitad de los españoles no quieren coches eléctricos

La lenta penetración de los coches eléctricos en el mercado español es ya un problema tanto para la Administración (sobre todo, si nos comparamos con Europa) como para los fabricantes, que demandan al Ejecutivo medidas urgentes para aumentar la demanda de estos vehículos.
Pero más allá de todo esto, la desconfianza de la población ante estos vehículos es un grave problema de fondo que, por ahora, no muestra visos de solucionarse. El último ejemplo sobre esta actitud lo da el último informe Global Automotive Consumer Study publicado por la consultora Deloitte, que analiza las tendencias sobre la automoción en hasta 24 distintos países del mundo.
Qué tipo de coche queremos comprar los españoles
Y en España, los resultados de este estudio, realizado sobre 1.000 conductores, dejan a las claras las reticencias de los consumidores españoles hacia los coches eléctricos… aunque ven con muchos mejores ojos a los vehículos electrificados.

Y es que si tuvieran que adquirir un coche nuevo hoy día, el 65% de los encuestados optaría por uno de estos últimos, mientras que el 33% optaría por un vehículo híbrido al 100%; un 31%, aún por un automóvil con motor térmico, ya fuera gasolina o diésel; un 19%, por un híbrido enchufable; y sólo un 13% por un modelo 100% eléctrico. Aunque ojo, la imagen de los coches eléctricos va mejorando, ya que en el estudio correspondiente al año pasado, sólo el 2% de los encuestados en España mostraban su intención de comprar coches eléctricos.
La opinión de los españoles choca mucho con la de otros conductores europeos. Valga el ejemplo de Alemania, donde hasta un 51% de los encuestados optaría ya por adquirir un coche eléctrico.
Los problemas endémicos de los coches eléctricos en España
Pero es que la situación en nuestro país es muy distinta, tal y como refleja el Barómetro de Electromovilidad que publica periódicamente la patronal de fabricantes Anfac. En este documento, se alerta de la falta de infraestructuras de recarga y del coste de estos vehículos como barreras para su éxito de ventas.

Unas desventajas que también citan los encuestados por Deloitte como los principales obstáculos de los coches eléctricos y a las que suman la lentitud del tiempo de recarga y la escasa autonomía de este tipo de vehículos. Unas desventajas que hacen que hasta el 47% de los españoles declare que no se compraría un eléctrico si en el mercado existieran otras alternativas también sostenibles.
Por el contrario, hay que señalar que los españoles tienen claras las ventajas de este tipo de vehículos, entre las que citan el ahorro en combustible, la ayuda a la prevención del cambio climático, la existencia de incentivos gubernamentales de ayuda a la compra, una experiencia más cómoda de conducción y el menor mantenimiento que requieren estos coches eléctricos frente a aquellos con motor térmico.

El estudio profundiza en las condiciones necesarias para convivir con los coches eléctricos. Así, y para recargarlo, el el 53% de los encuestados optaría por hacerlo en puntos públicos de recarga, mientras que el 21% trataría de recargarlo en su lugar de trabajo y sólo el 19% en su casa. ¿Sólo 1 de cada 5 lo recargaría en casa? Sí, y es muchos españoles alegan que no es posible instalar un cargador en su vivienda.
Los españoles somos exigentes en cuanto al tiempo de espera necesario para la recarga y con respecto a la autonomía de los coches eléctricos. Así, el 35% de los encuestados sólo estaría dispuesto a esperar entre 10 y 20 minutos para cargar un 80% de la batería de su coche, mientras que seis de cada diez consideran que un coche eléctrico debería tener, como mínimo, una autonomía de 400 kilómetros.

Preferimos coches nuevos y de menos de 30.000 euros
Este estudio ahonda en las preferencias de los encuestados respecto a la compra de su próximo coche; más allá de la tipología de su propulsión. Así, el 67% optaría por adquirir un coche nuevo, con la fiabilidad supuesta y la existencia de garantía como mayores argumentos. Mientras tanto, sólo un 19% se decantaría sin dudarlo por un coche seminuevo o usado.
En cuanto al precio que estamos dispuestos a pagar por un coche nuevo, el 46% se muestra conforme a abonar entre 15.000 y 30.000 euros, mientras que un 22% podría destinar entre 30.000 y 50.000 euros.