Que la implantación de los coches eléctricos y de la electromovilidad va despacio en España es una noticia que no sorprende a nadie. Ya lo indicaban las ventas de los vehículos electrificados, que en 2022 apenas supusieron un 9,63% del total de las matriculaciones totales del año.
Pero ahora lo refrenda, una vez más, el Barómetro de Electromovilidad que publica periódicamente Anfac, la patronal de los fabricantes de vehículos en España. En el informe correspondiente al pasado año 2022, esta organización alerta del “lento desarrollo” de la electrificación en España.
Y lo acredita con datos ya que, si en el Viejo Continente, los distintos países han mejorado, de media, hasta 7 puntos en cuanto a ventas de coches eléctricos o infraestructuras de recarga (lo que mide este Barómetro) para colocarse con una puntuación de 33,7 puntos para un total de 100. Mientras tanto, nuestro país sólo avanzó el pasado año 3,5 puntos… para colocarse con una puntuación total de 15,3 puntos sobre 100.
Y es que tal y como señalaron los fabricantes en la presentación de su Hoja de Ruta 2023-2025 a comienzos de año, el desarrollo de la movilidad y los coches eléctricos en Europa se está partiendo en dos grupos con diferentes velocidades; y en el que España se coloca a la altura de países como Hungría, República Checa e Italia… y lejos de las naciones más avanzadas en este sentido, como Alemania, Países Bajos, Reino Unido o Portugal, que crecen por encima de la citada media europea.
Estas dos velocidades no se reproduce en nuestro país, donde “todas las CCAA ofrecen un ligero aumento, a pesar del lento desarrollo de la infraestructura de recarga y la entrada de vehículos electrificados” y coches eléctricos, indican desde Anfac. Sin embargo, hay comunidades autónomas con una mayor puntuación en este Barómetro: son Madrid; que encabeza el ranking con un total de 21,5 puntos sobre 100; Navarra (18,7 puntos); y Cataluña (18,5 puntos).
Aumentan las ventas de coches eléctricos y electrificados, pero no tanto como debieran
Si atendemos al índice de penetración del vehículo electrificado y del coche eléctrico en la sociedad española durante el pasado año, este creció 3,6 puntos para lograr . Y esto, ¿qué significa en realidad? Lamentablemente que, con esta puntuación España se posiciona en el antepenúltimo puesto del ranking del Barómetro de Electromovilidad en Europa.
Y es que la media europea logra un incremento de 7,4 puntos, el doble que España, situándose en un total de 51,2 puntos sobre 100. Pero es que, además, este indicador refleja que países como Alemania, Noruega o Países Bajos, los que encabezan este ránking de penetración de coches eléctricos y electrificados en Europa, obtienen crecimientos anuales por encima de los 10 puntos.
Durante 2022, España ha aumentado las ventas de vehículos electrificados hasta un 17,1% y 78.316 unidades matriculadas. Una cifra que queda lejos de las 120.000 nuevas matriculaciones necesarias para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones para 2030 designados por el Gobierno.
En este aspecto, y pese a no cumplir los objetivos, hay que destacar el comportamiento de comunidades como Madrid, que lidera el ránking nacional, con 37,6 puntos sobre 100 y muy por encima de la media nacional; a la siguen otras comunidades como Navarra y Cataluña, que también destacan en cuanto a penetración de los coches eléctricos y electrificados en sus mercados.
España, penúltima en Europa en cuanto a infraestructuras de recarga
Mas allá de la penetración en el mercado de los coches eléctricos y electrificados, España logró, el pasado año, una valoración de 7,3 puntos sobre 100 en el indicador concerniente a las infraestructuras de recarga (3,3 puntos más que en 2021). De nuevo, nuestro país queda lejos del crecimiento medio en Europa, que se situó en 6,7 puntos, hasta alcanzar una valoración total de 16,2 puntos.
En el ámbito nacional, Castilla y León, Navarra y Cataluña han sido las regiones que lideran la implementación de puntos de recarga a lo largo de 2022.
Si traducimos estos puntos a números reales, en nuestro país y durante el pasado año, los puntos de recarga aumentaron en 4.717 unidades, lo que supone un total de 18.128 infraestructuras públicas de este tipo. Aún así, este aumento “es insuficiente”, según Anfac, para alcanzar el objetivo marcado para finales del pasado año, que se situaba en los 45.000 puntos públicos de recarga marcados por el Ejecutivo.
De igual forma, con este crecimiento desde Anfac señalan que “al ritmo actual será difícil alcanzar los objetivos indicados en el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia marcados por el Gobierno que fijan para 2023 entre 80.000 y 100.000 puntos de recarga de acceso público y 250.000 vehículos electrificados”.
Pero eso no es lo peor, ya que del total de esos 4.717 nuevos puntos públicos de recarga instalados durante 2022; más de la mitad (el 55%, 2.582 puntos) corresponden todavía a potencias de 22kW o menos; cuando sería “necesaria” la instalación de puntos de recarga rápidos por encima de los 22kW “que permitan reducir los tiempos de carga de los vehículos electrificados”. A finales de 2022, solamente el 21% de la infraestructura de recarga de acceso público cumplía con esta condición… y únicamente el ¡1,4%! de los puntos de recarga públicos permite la carga a 250 kW o más, lo que supone tiempos de recarga inferiores a 15 minutos para coches eléctricos.
“La electrificación de nuestra movilidad es más que un compromiso, es una exigencia, y más tras la confirmación por parte del Parlamento Europeo de la prohibición de los vehículos de combustión para 2035. Pero los resultados del barómetro de electromovilidad de ANFAC para 2022 evidencian que el nivel de exigencia requerido no está yendo acorde con el nivel de medidas para facilitar esta transición. En 2022 no se han logrado los objetivos mínimos ni de infraestructura de recarga ni de mercado necesarios para cumplir con las reducciones de emisiones marcadas para 2030.«, ha señalado José López-Tafall, director general de Anfac.
«Desde el sector ya hemos advertido que el ritmo de electrificación está siendo muy lento. Hay oferta existente, pero tanto la demanda como el desarrollo de puntos de recarga públicos están siendo claramente insuficientes. Nos enfrentamos a un plazo de 12 años en el que solo se van a poder vender vehículos cero emisiones. Si queremos que este cambio sea una oportunidad y no un riesgo real para nuestra industria y su empleo, es necesario acelerar y actuar desde ya mismo […]”, ha concluido el máximo dirigente de la patronal de fabricantes de vehículos.