Ya disponible desde 17.895 euros

Ford Fiesta Active: probamos el Ford Fiesta más campero

Álvaro Ruiz
Álvaro Ruiz
Con la última generación del Ford Fiesta, la marca del óvalo ha estrenado una variante ´campera´ denominada Active. Viajamos a la Costa Azul para ponernos al volante de este crossover con aspecto de todocamino y la versatilidad de un utilitario.


A simple vista, el Ford Fiesta no ha cambiado demasiado respecto a su predecesor, pero la última generación del utilitario americano ha sido renovada por completo, tanto que incluso estrena una nueva versión crossover denominada Active. Se trata del primer modelo de esta familia, pero muy pronto estará acompañado por su hermano mayor, el recién presentado Ford Focus Active.

En plena efervescencia de los SUV, Ford ha decidido combinar los rasgos estéticos de un todocamino con la practicidad y las ventajas de un utilitario. El resultado es un crossover que pretende contentar al creciente número de clientes de SUV en Europa. Ford ha escogido las sinuosas carreteras de la Ruta de Napoléon, en el sur de Francia, para darnos a conocer, con todo detalle, el Ford Fiesta más aventurero.

Ford Fiesta Active trasera

Diferenciarlo del resto de la gama es muy sencillo, basta con fijarse en las barras del techo, las protecciones de plástico de la carrocería y las llantas de aleación de diseño exclusivo para darse cuenta de que no estamos ante un Fiesta convencional. Aunque el utilitario de la marca del óvalo está disponible con carrocerías de tres y cinco puertas, Ford se ha decantado por la segunda para esta versión Active; al fin y al cabo, es más versátil y tiene más sentido en un modelo de estas características. La paleta de colores para el exterior se amplía con las tonalidades Amarillo Lux, Rojo Ruby y Azul Wave, y también se puede optar por una combinación bitono con el techo en negro o rojo.

Por dentro, presenta una combinación de colores exclusiva y puede incorporar una tapicería de diseño específico. Por lo demás, nos encontramos ante el mismo habitáculo que el de cualquier otra versión de la gama, si bien el equipamiento es muy completo y, de serie, incluye el sistema de infoentretenimiento Sync 3 con pantalla táctil de 6,5″ –de 8″ de manera opcional–, conectividad a través de Apple CarPlay y Android Auto o climatizador automático. La dotación se puede ampliar con elementos opcionales, como el equipo de sonido B&O Play desarrollado por Bang & Olufsen o el techo panorámico.

Ford Fiesta Active interior

A nivel de seguridad, el equipamiento de serie incluye: control de crucero adaptativo, limitador de velocidad ajustable, sistema de información de puntos ciegos, alerta de tráfico cruzado, alerta de conductor, ayuda de mantenimiento de carril, alerta de mantenimiento de carril, alerta de colisión delantera y frenada de emergencia con detección de peatones.

Más cómodo y polivalente

Más allá de lo estético, el Fiesta Active ha incrementado en 18 milímetros su altura libre al suelo para ofrecer ciertas garantías a la hora de abandonar el asfalto. De la misma forma, ofrece tres modos de conducción –Normal, Eco y Terreno Deslizante– que permiten adaptar su comportamiento a diferentes terrenos. La mayor altura de la suspensión y el modo deslizante permiten circular por caminos o pistas de baja dificultad, pero los neumáticos deportivos Michelin Pilot Sport 4 que calzan las llantas de 17 pulgadas no ayudan a la hora de conducir fuera del asfalto; aunque proporcionan un gran agarre en carretera, no son la mejor opción para un crossover y si estás pensando en circular habitualmente por caminos, serán mejor las gomas M+S.

Ford Fiesta Active frontal

En comparación con el Ford Fiesta estándar, la suspensión elevada del Active se traduce en un mayor confort a bordo, si bien mantiene el mismo nivel de firmeza y no acusamos más balanceos de la carrocería en carretera. De hecho, se puede rodar al mismo ritmo que con cualquier otro Fiesta –salvo el ST, que está en otra liga–, por lo que la mayor altura del conjunto no es un problema. Sí tiene repercusión en el puesto de conducción, que es más alto y, como consecuencia, nos obliga a adoptar una postura al volante menos deportiva, aunque a cambio la visibilidad es mejor.

Para la toma de contacto, nos pusimos al volante de una unidad equipada con el motor diésel TDCi de 1.5 litros y 120 CV con cambio manual de seis velocidades. El mismo bloque está disponible con 100 CV e idéntico cambio manual. En gasolina, el Ford Fiesta Active se ofrece con un solo propulsor, el tricilíndrico EcoBoost de 1.0 litros con cuatro niveles de potencia: 85 CV, 100 CV, 125 CV y 140 CV; en todos los casos, se asocia a una transmisión manual de seis marchas, si bien el de 100 CV también se puede combinar con una caja automática de seis relaciones.

Ford Fiesta Active estática

Aunque no es novedad, el TDCi de 120 CV siempre consigue sorprender por su buena relación entre consumo y rendimiento. En el Fiesta Active no iba a ser menos y se muestra como una de las alternativas más equilibradas de la gama, puesto que mueve con soltura el conjunto y es sencillo obtener un consumo medio real inferior a los 5 l/100 km. En el lado negativo, es más rumoroso de la cuenta y vibra hasta que entra en temperatura.

Disponibilidad y precios

El Ford Fiesta Active ya está disponible con un precio de partida de 17.895 euros para la versión 1.0 EcoBoost de 85 CV. La horquilla de precios va hasta los 21.395 euros del 1.5 TDCi de 120 CV con el nivel de equipamiento superior Active+ que, entre otras cosas, incluye el citado sistema de sonido B&O Play y un mayor número de asistentes a la conducción, entre los que figura el reconocimiento de señales de tráfico y las luces largas automáticas.

 

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