Es uno de los buques insignia de Ford y así lo demuestra el hecho de que el motor 1.5 TDCi haya alcanzado la cifra de los tres millones de unidades fabricadas. Este bloque reducido y eficiente se monta sobre varios de los modelos de la marca como los nuevos Focus y Mondeo así como en los C-MAX y Gran C-MAX.
Los pistones, bielas y casquillos están cubiertos con una capa de seis micrones de recubrimiento de carbono tipo diamante que reduce la fricción y mejora los consumos. Un turbo de geometría variable ayuda a aumentar el flujo de aire y se han reducido las emisiones de óxido nitroso gracias a una trampa de NOx en el sistema de tratamiento del tubo de escape.
En Dagenham también se fabrica el motor 1.6 TDCi que incorpora el Fiesta ECOnetic y que se asocia con el sistema Auto-Start-Stop para sólo emitir 85 g/km de CO2. Un propulsor que también estará disponible en el nuevo Mondeo ECOnetic llegando a unas emisiones de 94 g/km.
Además, con la inclusión del nuevo 2.0 TDCI de 210 CV, que se montará en el Mondeo, la fábrica de Dagenham dará soporte a más de la mitad de la producción global de motores diesel de Ford en el mundo. Así, mercados en los que Ford tiene una mayor penetración con estos motores son Reino Unido, Alemania, Italia y Francia, con una cuota de entre el 47 y el 60 %, mientras que la demanda de los Ford TDCI es particularmente fuerte en Portugal, Irlanda y Rumanía, donde suponen dos terceras partes o más de las ventas totales de vehículos de pasajeros.