Acompañamos a Alpine F1 en el estreno en pista del A522

Un día en los test de F1 con Alpine y Fernando Alonso

Eduardo Alonso
Eduardo Alonso
Tantos cambios hay en el reglamento de la temporada 2022 de Fórmula 1 que, en teoría, todos los equipos empiezan casi desde cero. Alpine nos propuso acompañarles durante un día y, como imaginarás, ni les dejamos acabar de formular la pregunta antes de contestar que sí.

«Qué poco suenan», pienso para mis adentros mientras me acerco caminando al acceso principal del circuito de Montmeló, escuchando a los monoplazas rodar. Los F1 de ahora con motor 1.6 V6 turbo e hibridación no son como los de antes en términos de sonido. No chillan como los V8 y ya no digamos como los atronadores V10. Atrás quedó la época en la que hoy tendría que llevar tapones para no acabar con un fuerte dolor de oídos.

Presenciar una carrera de Fórmula 1 es fácil. Compra una entrada y tendrás derecho a disfrutarla desde la grada. Ya sólo con esto, quedarás pasmado con la inmensidad de la F1. Sin embargo, ese pase sólo te dará acceso a ser testigo de la parte visible. Y, como en casi todo lo bueno, lo verdaderamente impresionante está de puertas adentro.

En verdad, a mí lo que realmente me excita es estar en la pista al volante de un coche, no tanto en el lado del público. Tanto me apasiona lo primero que no sé si valoro con justicia lo que supone estar hoy caminando por el paddock del circuito de Montmeló como si fuese un miembro más del staff de Alpine F1 Team. Ya nada más llegar te vas dando cuenta de que esto es otra liga. Si me permites la malsonante expresión, es un despliegue tan acojonante que casi parece otro deporte en comparación con categorías menores en las que yo mismo he tenido la suerte de competir. Esto es… es que es otro mundo.

Fernando Alonso Alpine F1

Y eso que lo de hoy no es una carrera, sino los primeros test de la pretemporada 2022. Aun así, cada escudería acude con unos 12  camiones, más de 100 empleados, y monta un tinglado que alucinas. Por ejemplo, el motorhome en el que ahora me encuentro tomando un café que ya se me está quedando frío, es un edificio de dos plantas con cocina, baños, habitaciones, comedor, sala audiovisual… de todo. Y tan sólo tardan 24 horas en montarlo. 24 horas en sacar todas las piezas de los camiones y construirlo. Y no creas que tiene pinta de caseta de obra, no. Además, es sólo una parte de todo lo que instalan aquí, porque el box y el acceso al mismo también son para flipar.

Como decía, estos son los primeros entrenos de la pretemporada, la prueba de fuego para el trabajo indoor realizado por los ingenieros durante los meses previos. Aquí es donde se comprueba si el coche funciona, si es fiable y si es rápido. Por ese orden. También donde se realizan determinados ajustes que exigen pruebas reales más allá de los túneles de viento y las simulaciones virtuales. Y es donde se tienen puestas las mayores esperanzas, por lo que el clima que se respira es una mezcla entre ilusión y nervios.

A poco que sigas el deporte en general, habrás escuchado hablar de El Plan. El plan de Alpine, el plan de Fernando Alonso, cuya meta es pasar del pelotón de la parrilla a ganar el mundial. ¿Demasiado ambicioso? Sí, y tan extremadamente complicado que estadísticamente es poco probable, pero bueno, cosas más raras se han visto, como que un equipo llegue a la F1 y a las primeras de cambio ya gane (Brawn GP en 2009).

Vale, eso fue un caso muy especial orquestado por un maestro como Ross Brawn que además se vió favorecido por un cúmulo de circunstancias, pero Alpine lo tiene todo para replicar algo cercano. Ya saben lo que es ganar el mundial cuando esto era Renault F1 Team, tienen ingenieros de primerísimo nivel entre sus filas, llevan trabajando en este coche más de un año (recordemos que casi dejaron de lado el de 2021 para poner el foco en el de 2022), y ya no sólo es que sus dos pilotos sean muy buenos, es que uno de ellos es uno de los mejores de la historia: Fernando Alonso.

Alpine F1 A522

Además, Fernando tiene la facultad de generar confianza a espuertas. Podría ser un anciano con cachava y subirse en un carrito de golf que, aun así, sus seguidores seguirían confiando ciegamente en que conseguiría podios. Hasta con el nefasto McLaren-Honda de hace pocas temporadas, año a año los aficionados confiaban (confiábamos) en que esa vez sí que darían con la tecla.

Siempre me ha interesado la carrera profesional de Fernando, seguramente atraído por algunas curiosas casualidades o coincidencias que se dan. Ya no es que también me apasione el mundo del motor o que ahora esté cumpliendo mi sueño de ser piloto de circuitos aunque sea a un nivel inmensamente más humilde, es que me apellido Alonso y también nací en Oviedo un tiempo después que él. Sobre todo esta última coincidencia me genera mucha afinidad. Incluso me siento muy reflejado en su carácter, que de primeras puede parecer seco, cerrado, o incluso quizá borde y altivo, pero tras el cual, una vez el tiempo permite que la confianza se propague, encuentras una persona honrada, bondadosa, auxiliadora y hasta divertida. A mí me han tanto criticado lo primero como agradecido lo segundo, y estoy seguro que a él también. Se le ve un gran tipo.

Quizá por compartir ‘asturianidad’, supe de él antes que la mayoría a través de la prensa local. No diré que a finales de los 90 pronostiqué que llegaría tan lejos, pero sí recuerdo nítidamente cómo toda la región vio en él a alguien que pondría a Asturias en el mapa mundial. Y lo hizo, la Cruz de la Victoria amarilla sobre fondo azul es conocida en cualquier circuito del circo de la Fórmula 1.

No estaremos muchas horas aquí. Tendremos una charla con Fernando, otra con Laurent Rossi (director ejecutivo de Alpine F1) y otra con Pat Fry (director técnico). Estos dos últimos, desde los respectivos puntos de vista que les otorgan sus áreas de trabajo, nos explicarán cómo han desarrollado el Alpine A522 y qué novedades presenta, tanto en lo relativo a motor, como a chasis y aerodinámica. El resto del tiempo, lo disfrutaremos pululando por el box de Alpine con la expectación de un padre en un paritorio.

Alpine F1 A522

Justo en eso último estamos ahora mismo. Accedo al box de Alpine y me encuentro a Esteban Ocon, compañero de Fernando, preparándose para rodar con el nuevo A522. El coche está bastante chulo. El toque rosa que aporta el recién llegado patrocinador BWT, y que por cierto, cambia el nombre de la escudería a BWT Alpine F1 Team, combina bien con el azul corporativo de Alpine. Y lo más importante: la inyección económica que aporta a buen seguro será de gran ayuda para que Alpine maximice las prestaciones de este coche.

Con el nuevo reglamento técnico de la FIA, el monoplaza es enorme, con 5 metros de largo, una carrocería de muchas curvas y grandes ruedas. En este último término está uno de los cambios más evidentes: las llantas pasan de 13 a 18 pulgadas de diámetro. Personalmente, me gustaban más las pequeñas, y estoy convencido de que lo de aumentar a 18” es más postureo que otra cosa.

El box está impoluto. Podrías caminar descalzo por aquí que no te mancharías los pies. Atrás quedaron esos mecánicos llenos de grasa en época de James Hunt y compañía. Ahora, una marabunta de especialistas rodea el coche de Esteban Ocon, cada una con una función concreta y un aspecto impecable.

Me pasan unos auriculares para escuchar la conversación entre Esteban y su ingeniero de pista mientras un mecánico agarra un motor de arranque portátil, lo ensarta por el culete del A522 y pone en marcha el motor V6. De nuevo tengo la sensación de que suena poco, sobre todo al ralentí. Cuando Esteban abre gas, suelta embrague y sale del box, entonces el ruido ya es más sobrecogedor. De hecho, según nos cuentan, todos los equipos han trabajado para que el sonido sea mejor que en 2021.

Alpine F1 pit stop

Siempre se dice que en estos tests no hay que fijarse en los tiempos, sino que lo importante es verificar la fiabilidad, aprender cosas sobre el coche y trabajar en los ajustes. Pero quien diga que no se fija en la tabla de tiempos, miente. Tras finalizar estos entrenamientos, todo el mundo ha visto cuáles son los coches más rápidos, que al final son los esperados, así que eso de que todos empezaban desde cero… me cuesta creerlo. Entre los mejores, de momento, no está el Alpine. Pero confiamos en El Plan. Ciegamente, como siempre. Además en Laurent Rossi, en Pat Fry, en Fernando, en Esteban, en la agradable responsable de marketing y hasta en el jefe de cocina se aprecia una especie de confianza muy reconfortante. Si ya ganaron una carrera en 2021, quién te dice que no ganen varias en 2022 con un coche mejor.

Fernando se acerca a las inmediaciones del motorhome. Según le ves caminar hacia aquí con su ya casi clásica gorra azul de Kimoa, te vas dando cuenta de lo que genera a su paso, y eso que lo de hoy está cerrado al público general. No sé si ganará un tercer mundial de F1, pero si ha vuelto es porque se ve capaz. Y ojo, porque sería una gesta histórica. Ganarlo 16 años después… y con el mismo equipo.

Fernando Alonso

De charla con Alonso

“Este es mi coche de empresa”, señala Fernando mientras le enseño la prueba del nuevo Alpine A110 S que publicamos recientemente. “Es una pasada, me encanta lo rápido y ligero que es”, señala.

Pero entrando en materia… ¿cómo va este nuevo A522? «Me sentí a gusto en él y pudimos probar muchas cosas. Me gusta, aunque el nuevo reglamento plantea coches más grandes y pesados, y si a eso sumamos el nuevo combustible, un 10% más ecológico, el resultado es que los F1 de 2022 son un poco más lentos que los de 2021. Obviamente, si yo pudiera elegir, si cualquier piloto pudiese elegir, correríamos con los monoplazas de 2005, pero así ha evolucionado el reglamento”, comenta Fernando.

“Otro gran cambio es el de las ruedas”, le expongo yo. “Supongo que al pasar a 18”, con el menor perfil de neumático que eso conlleva, el coche será diferente en términos de adherencia y tacto de dirección debido a la menor flexibilidad del neumático, ¿no es así?”, le cuestiono. “Sí, tal y como dices, ahora el perfil es más duro y, en consecuencia, el agarre es más on-off. Hay mucho grip, pero el coche es más crítico una vez alcanzas el límite de adherencia. Si se te escapa, tienes menos tiempo de reacción, así que tienes que estar más atento”, cuenta Fernando.

“Necesitas cambiar el chip también por la nueva aerodinámica. Antes el fondo era plano, ahora tiene canalizaciones que fomentan el efecto suelo. La sensación es que hay más grip cuanto más rápido vas porque los túneles crean carga aerodinámica. Por eso el coche se siente cómodo en las curvas rápidas. Esto también se supone que facilitará los adelantamientos, puesto que el vacío de aire que se genera detrás de cada coche, y en el que si te encuentras no dispones de agarre, será menor”, señala.

Fernando Alonso Alpine

Evito preguntarle si este año se ve ganando. No me gusta formular preguntas del millón ni tampoco incomodar al entrevistado con una consulta que no quiere responder. Aun así, alguien por la sala lo suelta: “Fernando, ¿dónde crees que está Alpine? ¿habrá victorias este año?” Tras unos segundos de reflexión, expone que en el primer día de test es difícil determinar cómo van las cosas, pero que sus sensaciones son positivas. No esconde que hay equipos que han demostrado ir un paso por delante, marcando buenos tiempos desde el principio, pero también está convencido de que Alpine está más cerca de la cabeza que en 2021.

“Además, tenemos margen de mejora”, afirma. Si, por ejemplo, ves que en estos test de Barcelona tal equipo tiene un difusor que parece funcionar, otro que tiene un detalle en el alerón que le ahorra una décima de segundo, u otro una entrada de aire que también le hace ir más rápido, pues quizá puedas reproducir todo eso y, en los próximos test de Bahrein, ser medio segundo más veloces. La FIA trabaja cada vez más en que los coches sean lo más parecidos posible, y eso permite esto que comento. En unos años todos los monoplazas serán casi iguales y diría que es la dirección correcta, puesto que fomentará el espectáculo”, señala.

El A522 es el coche en el que tanto Alpine como Fernando en particular tienen puestas sus esperanzas desde hace casi dos años, y el plan por supuesto que es ganar. Si no fuese así, seguramente Fernando no se habría animado a volver. “Puede que necesitemos algo más de tiempo para ganar, la F1 es brutalmente exigente. Lo positivo es que la base es buena y estamos en disposición de mejorarla. Sé que la gente está entusiasmada con esta nueva temporada, y yo también lo estoy”.