Un informe de los servicios antifraude de Francia revelado por el diario galo Libération ha hecho saltar todas las alarmas en el país ante lo que pudiera ser un nuevo ‘Caso Volkswagen’. En esta ocasión, el fabricante implicado en un caso de falseamiento de emisiones sería Renault, al que la oficina antifraude ha acusado de utilizar estrategias fraudulentas durante más de siete años para engañar sobre los niveles de contaminación de sus motores diésel.
«Renault engañó a los consumidores sobre los controles efectuados, y en particular en el control reglamentario de homologación sobre las emisiones contaminantes», afirma el comunicado oficial del Organismo Antifraude dependiente del Ministerio de Economía de Francia (DGCCRF) con fecha de novimebre de 2016 y que provocó el inicio de una investigación a principios de 2017.
Al parecer, las grandes diferencias entre las emisiones contaminantes de NOx de vehículos Renault en las pruebas de homologación y en condiciones reales de utilización levantaron las sospechas de las autoridades que, tras registrar la sede de Renault en París y dos centros de investigación en enero del pasado año, confirmaron los hechos mediante varios correos electrónicos internos en los que se hablaba sobre este tema.
Según los cálculos del Organismo Antifraude francés, durante los más de siete años en que estuvo en marcha ese sistema de falseamiento de las emisiones, Renault podría haber comercializado cerca de un millón de vehículos homologados de forma dudosa, consiguiendo una facturación de 16.800 millones de euros.
La respuesta de Renault no se ha hecho esperar. Así, Renault ha desmentido los datos publicados en el diario Liberation, asegurando que sus vehículos no van equipados con ningún tipo de sistema que permita engañar sobre el nivel de emisiones contaminantes de sus motores diésel.