El primer semáforo tenía el aspecto de una señal de ferrocarril y estaba equipado con lámparas de gas rojas y verdes que se encendían por la noche, según sitographics.com. No funcionó durante mucho tiempo porque explotó matando a un policía. El accidente desalentó la continuación de otros experimentos hasta la aparición del automóvil, y su multiplicación en las calles de la ciudad hizo imprescindible retomar el tema.
Se incorpora el sonido
En 1912 se instala en Salt Lake City un artilugio diseñado por un policía llamado Lester Wire, con el fin de ordenar el tráfico. El aparato estaba ubicado en el cruce de la avenida Euclid y la calle 105 Este. Además de luces rojas y verdes, montadas sobre soportes cruzados como brazos, contaba con un emisor de zumbidos. Dos zumbidos indicaban el paso del tránsito que venía por la avenida, y un zumbido permitía el paso de los que venían por la calle 105. Pero este semáforo debía ser activado manualmente y esto requería de la presencia de agentes en las esquinas donde estos se ubicaban.
Es Garrett Morgan, inventor afroamericano, el que inventa los automatismos del semáforo. En 1922 se le concedió la patente para el dispositivo y el mecanismo utilizado para hacer girar las banderas. Vendió sus derechos después de General Electric por 40.000$. Esta empresa es la que sustituiría los paneles coloreados por las luces eléctricas. Morgan fue un prolífico inventor, entre sus inventos más conocidos está la máscara de gas.
El tricolor invade los semáforos
William Potts, del Departamento de Policía de Detroit, es reconocido como el creador de la señal de «rojo-amarillo-verde» de tráfico como la conocemos hoy en día. Un experto en comunicaciones y artilugios eléctricos, su señal direccional se instaló por primera vez en octubre de 1920 en la intersección de la avenida de Woodward. y Fort St.
Aunque el logro de Potts no fue reconocido en su momento, una decisión de la Corte Suprema en 1928 estableció que era, de hecho, el inventor de la primera señal de tres colores. Su «señal», construida de madera con una cubierta de metal, utilizaba lentes de linterna de ferrocarril. La señal se mantuvo en servicio durante cuatro años. Cuando Potts fue nombrado en 1921 Superintendente de Señales para el Departamento de Policía, él instituyó la interconexión eléctrica de las señales de tráfico instalando en Detroit 15 torres para que puedan ser controladas por un oficial de policía desde una única ubicación. Comienza la exitosa e indispensable vida de este código visual de tres colores que ha perdurado durante más de un siglo, con relativamente pocos cambios, excepto por la incorporación de tecnologías modernas tales como temporizadores automáticos, luces de diodos y sensores de movimiento.