La nueva generación del Hyundai Kona está dando bastante que hablar ya no sólo por lo disruptivo de su diseño, sino también porque presenta sólidos argumentos para triunfar en ventas. Tiene una gama rica en motorizaciones, está construido con sentido y con calidad, y no tiene un precio desorbitado.
Hace pocos días probábamos a fondo el Kona en su versión 1.0 TGDI 48V y te contamos lo que nos gustaba de él y lo que no. También consideramos contarte qué motorización del Kona es mejor para cada caso particular. En esta ocasión, lo que hemos hecho es probar su versión eléctrica, que nos ha sorprendido por lo contenido de su consumo.

Hay dos versiones del Kona eléctrico, una que combina un motor de 156 CV y una batería de 48,4 kWh de capacidad neta, y otra que lleva un motor de 218 CV y una batería de 65,4 kWh. El segundo, que Kia espera cope el 70% de las ventas del Kona Eléctrico, es 4.400 euros más caro que el primero, que presumiblemente se quedará con el 30% restante.
Hay tres acabados denominados Flexx, Tecno y Style, este último sólo disponible con la versión de 218 CV. A continuación, te presentamos una tabla con los datos más importantes de cada versión.
VERSIÓN | POTENCIA | BATERÍA | CONSUMO | AUTONOMÍA | 0-100 km/h | VEL. MÁX. | PRECIO (desde) |
Kona Eléctrico 115 kW | 156 CV | 48,4 kWh | 14,6 kWh | 377 km | 8,8 seg. | 162 km/h | 40.950 euros |
Kona Eléctrico 160 kW | 218 CV | 65,4 kWh | 14,7 kWh | 514 km | 7,8 seg. | 172 km/h | 45.350 euros |
Exteriormente, el Kona Eléctrico es prácticamente idéntico al Kona térmico, estando en la toma de carga frontal la diferencia más evidente. Su carrocería sigue midiendo 4,35 metros de largo pero cuenta con colores exclusivos: además de los que ya existen en el Kona normal, un naranja, un verde, un rojo y un azul. Y conserva los 466 litros de maletero sumando 27 litros más gracias al receptáculo delantero, perfecto para almacenar un par de cables de carga.

La plataforma del Kona Eléctrico no es la E-GMP de los Ioniq, pero cuenta con sistema V2L, de modo que puede alimentar dispositivos externos gracias a esta función de carga bidireccional. Que el Kona de segunda generación haya sido parido como eléctrico (en lugar de ser una adaptación sobre el térmico) facilita estas cosas.
La batería, por cierto, admite cargas a 11 kW en corriente alterna y a 102,3 kW en corriente continua. Además, existen cuatro modos de conducción: Eco, Normal, Sport y Nieve.
En el habitáculo destaca la ubicación del selector del cambio, que pasa a la columna de la dirección y que resulta bastante cómodo de accionar. Hay unas levas tras el volante que permiten seleccionar cuatro niveles de retención, siendo el cuarto un i-Pedal para circular en ciudad casi sin tocar el freno. Los respaldos de los asientos delanteros han sido estrechados en 30 mm para beneficiar el espacio atrás.

Por qué no debes elegir el acabado Style
El acabado Style, reservado al Kona Eléctrico de 218 CV, tiene su atractivo en su equipamiento, pues incluye techo panorámico, cámaras 360º, Head Up Display, llantas de 19″ o una curiosa ‘posición relax’ en los asientos delanteros para echar una cabezadita.
Sin embargo, esas llantas de 19″ elevan notablemente el consumo, que pasa de 14,7 a 16,6 kWh/100 km, provocando una reducción de la autonomía homologada de 514 a 454 km. Por eso, es más inteligente renunciar a ese equipamiento y elegir el acabado Flexx o Tecno, que con su llanta de 17″ permite homologar un consumo más bajo.


El bajo consumo, su mayor virtud
Efectuamos la prueba de la versión Kona Eléctrico 160 kW, que es la que tiene 218 CV y la batería grande. En un recorrido que combinó ciudad y carretera, acabamos con un consumo de tan sólo 14,9 kWh/100 km y no habiendo sido especialmente cuidadosos con contener esa cifra.
De tal modo, es bastante preciso decir que con el Kona Eléctrico de 156 CV se pueden recorrer 300 km con relativa facilidad y que con el de 218 CV se puede llegar a 400 km, especialmente si no se circula demasiado por autopista. Está aquí, a nuestro modo de ver, una de las grandes virtudes del Kona Eléctrico y uno de sus grandes atractivos de compra.

Por cierto, respecto al anterior Kona Eléctrico gana en todo, pues este existía con motor de 136 CV y batería de 39 kWh (de capacidad bruta) y con motor de 204 CV y batería de 64 kWh. Aparte, tiene mejores calidades, ha ganado en confort y mantiene virtudes como la gran ergonomía de su salpicadero sin superficies táctiles.
¿Y cuál elegir? Todo se reduce a las aspiraciones que uno tenga en cuanto a autonomía porque, en lo relativo a prestaciones, si bien ha diferencias más que palpables entre las dos versiones, no es algo determinante en un coche eléctrico. Si pretendes viajar, invierte esos 4.400 euros extra en el Kona Eléctrico de 218 CV pero, si no, ahórratelos porque el Kona Eléctrico de 156 CV es perfectamente apto como coche cotidiano.
