Durante más de una década, los investigadores de Goodyear han trabajado con ‘PPG Industries’ para estudiar los efectos que la sílice tratada químicamente da sobre el rendimiento de los neumáticos. El objetivo era mejorar, aún más, la resistencia a la rodadura sin que ello tuviera ningún efecto perjudicial sobre la tracción en condiciones de lluvia. En el nuevo neumático SUV de Goodyear, esta sílice de última generación se utilizó en un nuevo compuesto de banda que, unido a un nuevo dibujo de la misma, dio como resultado una mejora en la resistencia a la rodadura y una mejor tracción sobre mojado.
La sílice se usa como compuesto de refuerzo en las mezclas para bandas de neumáticos. Comparada con el negro de carbón, un compuesto tradicional de refuerzo para neumáticos, la sílice reduce la resistencia a la rodadura. Asimismo, la menor resistencia a la rodadura conlleva una mejora en la eficiencia de combustible del vehículo. Además, el procesamiento de esta nueva sílice ha demostrado tener ventajas que también benefician al medio ambiente. Al ser más fácil de mezclar en compuestos, las fábricas pueden consumir menos energía en el proceso de producción de neumáticos y reducir las emisiones.
En su esfuerzo para crear neumáticos más ecológicos, Goodyear ha explorado sus opciones con sílice. El año pasado Goodyear llegó a acuerdos de suministro para la compra de sílice derivada de la ceniza que queda tras la incineración de la cascarilla del arroz. «En todo el mundo, nuestros clientes demandan neumáticos con mayor eficiencia de combustible, sin que se vean afectados otros aspectos de rendimiento» declaró David Zanzig, director de Global Materials Science en Goodyear.