La Unión Europea exigirá cargadores rápidos para coches eléctricos cada 60 kilómetros

Nicolás Merino
Nicolás Merino
Como parte de su plan 'Fit for 55', en el que se pretende potenciar el vehículo eléctrico y su infraestructura, la UE también obligará a los Estados miembros a tener una hidrogenera cada 150 kilómetros.

La Comisión de la Unión Europea continúa con su estrategia para reducir los efectos nocivos de la contaminación sobre el clima y para ello se está volcando con la electromovilidad y su infraestructura derivada. Un plan que toma el nombre de ‘Fit for 55’ y que aglutina nuevos proyectos de ley para los próximos años para paliar las consecuencias del efecto invernadero.

Como te avanzamos anteriormente, una de las medidas que más ha trascendido es la de que para 2035 no se podrán vender vehículos gasolina o diésel. De ser así, el vehículo eléctrico tendrá que estar bien asentado y su infraestructura también. Más teniendo en cuenta la situación de países como España que sigue en la cola de la electromovilidad a nivel europeo, según indicó en mayo el Barómetro de la Electromovilidad de ANFAC, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones.

Así las cosas, ‘Fit for 55’ quiere alcanzar un 55% menos de emisiones para 2030 y para garantizarlo, además de la medida que te hemos mencionado más arriba, la UE exigirá a los Estados miembros que haya una amplia red de cargadores rápidos. Esto supone que haya puntos en las principales carreteras de cada país cada 60 kilómetros.

Tampoco se olvidan de los vehículos impulsados por hidrógeno, una tecnología cuya eficacia ya ha sido probada, especialmente en los vehículos de alto tonelaje. Por ejemplo, un camión de hidrógeno de Hyundai ya ha completado más de un millón de km en Suiza. Así, el organismo europeo también obligará a tener una hidrogenera cada 150 kilómetros.

Todas estas medidas tienen un denominador común: aspirar a convertirse en el primer continente que consiga cero emisiones para 2050. La intención es firme, pues se aprobaron el pasado 14 de julio y, si las comparamos con los anteriores objetivos, la diferencia es notable. Anteriormente, se había acordado una reducción del 37,5% de los coches con motores convencionales (gasolina y diésel) y del 31% para las furgonetas para 2030.