Abatimiento
Reducción en emisiones de dióxido de carbono (CO2) que ofrece una modalidad de movilidad en comparación con otra, cuantificada en términos absolutos (kg de CO2 ahorrados) o específicos (por ejemplo, kg de CO2 ahorrados por viajero y kilómetro). La capacidad para abatir CO2 es uno de los parámetros clave a la hora de evaluar la bondad y desempeño de una modalidad de transporte en comparación con otra.

Autonomía
La autonomía se refiere a la distancia que un vehículo eléctrico puede recorrer con una sola carga de batería. Es un factor crucial para determinar la viabilidad de los vehículos eléctricos como alternativa a los de combustión interna. Existe una fuerte relación entre la autonomía necesaria percibida, la distancia entre los destinos y la densidad de puntos de carga, de manera que la autonomía se vuelve menos relevante a medida que mejora la infraestructura. En el caso de las soluciones eléctricas urbanas, la autonomía no es un factor muy relevante, ya que la excelente eficiencia de los vehículos eléctricos, incluidos aquellos de movilidad personal como bicis o patinetes, hace que sean capaces de proporcionar la autonomía necesaria para completar viajes completos incluso en grandes metrópolis como Madrid o Barcelona.

Bicicletas Compartidas
Las bicicletas compartidas son sistemas que permiten alquilar bicicletas para trayectos cortos dentro de una ciudad. Estos sistemas suelen ser operados por empresas privadas o entidades públicas y son un pilar de la micromovilidad. Hasta el desarrollo y generalización de las bicicletas eléctricas o con pedaleo asistido, la incorporación de estos sistemas estaba relativamente limitado a lugares con una geografía propicia. La electrificación de las bicicletas las hacen aptas para cualquier clase de ciudad, con independencia de las pendientes que puedas encontrarte.

Calmado del tráfico
El también conocido como «traffic calming» en inglés, es un conjunto de estrategias de diseño urbano y medidas de gestión del tráfico que tienen como objetivo reducir la velocidad de los vehículos y mejorar la seguridad vial. Estas medidas buscan equilibrar el uso del espacio público entre vehículos motorizados, peatones y ciclistas, y en general, mejorar la calidad de vida en las áreas urbanas. Entre las medidas más comunes de calmado del tráfico se encuentran las «mesetas» o «lomos de asno», que son elevaciones en la carretera diseñadas para obligar a los conductores a reducir la velocidad. También se utilizan elementos como islas peatonales, estrechamientos de la vía y rotondas, entre otros. El calmado del tráfico tiene múltiples beneficios. Primero, mejora la seguridad vial al reducir la probabilidad de accidentes. Segundo, alienta el uso de medios de transporte más sostenibles como la bicicleta o el caminar, ya que las calles se perciben como más seguras. Tercero, contribuye a la mejora del entorno urbano, ya que calles más tranquilas son también más agradables para vivir y hacer negocios. No obstante, no está exento de críticas. Algunos argumentan que estas medidas pueden aumentar los tiempos de viaje y provocar congestión en otras áreas. Además, la implementación de estrategias de calmado del tráfico puede ser costosa y políticamente sensible, ya que requiere un cambio en la forma en que se priorizan los diferentes modos de transporte.

Carsharing
O también “coche compartido”. Es un modelo de movilidad que permite a los usuarios alquilar vehículos por cortos periodos de tiempo, generalmente por horas o incluso minutos. Este sistema se ha popularizado como una alternativa flexible y económica a la propiedad de un vehículo, especialmente en entornos urbanos donde el coste y la dificultad de mantener un coche propio son elevados. Existen diferentes modelos de carsharing, desde los que operan con una flota de vehículos propios hasta los que permiten a los particulares compartir su coche. En la mayoría de los casos, los usuarios reservan un vehículo a través de una aplicación móvil y lo recogen de un punto de estacionamiento designado. Algunos servicios ofrecen la posibilidad de dejar el coche en cualquier lugar dentro de una zona determinada, lo que se conoce como «free-floating». El carsharing reduce la necesidad de propiedad de vehículos, lo que a su vez disminuye la congestión y la contaminación en las ciudades. Además, al compartir vehículos, se hace un uso más eficiente de los recursos, lo que puede llevar a una reducción de la producción de coches y, por ende, de la huella de carbono asociada. Finalmente, ofrece una solución de movilidad flexible que se puede adaptar a diferentes necesidades, desde hacer la compra hasta salir de la ciudad durante el fin de semana.
Desplazamiento Activo
También denominado movilidad activa, se refiere a aquellos desplazamientos en los que se requieren actividad física, como caminar o andar en bicicleta. Estas formas de transporte son sostenibles y beneficiosas para la salud, y están ganando terreno en muchas ciudades que buscan reducir la dependencia del automóvil. Uno de los mayores atractivos del desplazamiento activo es su doble beneficio: por un lado, mejora la salud al promover la actividad física regular, y por otro, es una de las formas más sostenibles de transporte. No emite gases contaminantes y tiene un impacto ambiental mínimo. En un mundo cada vez más urbanizado y preocupado por el cambio climático, el desplazamiento activo se presenta como una solución que mata dos pájaros de un tiro. Para fomentar el desplazamiento activo, es crucial que las ciudades inviertan en infraestructuras adecuadas. Esto incluye desde carriles para bicicletas y aceras amplias hasta señalización y cruces seguros. Además, las políticas públicas pueden jugar un papel importante, por ejemplo, mediante incentivos fiscales para quienes optan por medios de transporte más sostenibles o a través de campañas de concienciación.

Electrificación
La electrificación del transporte es uno de los pilares de la Nueva Movilidad. No solo se trata de coches eléctricos, sino también de autobuses, camiones y otros medios de transporte. La electrificación convierte a estos transportes en herramientas clave para el abatimiento de emisiones de CO2, y en una doble vertiente. Por un lado, los sistemas electrificados de transporte son intrínsecamente más eficientes que los convencionales, basados en motores de combustión cuya eficiencia está limitada por factores termodinámicos. Por otro lado, abren la puerta a la utilización de energía eléctrica limpia, procedente de fuentes renovables o, al menos, libres de emisiones de gases de efecto invernadero (como, por ejemplo, la nuclear).
Flota compartida
Una flota compartida es un conjunto de vehículos, que pueden ser coches, bicicletas, patinetes o incluso autobuses, que están disponibles para su uso compartido por parte de diferentes usuarios. Estas flotas suelen ser operadas por empresas o entidades públicas y se accede a ellas a través de aplicaciones móviles o sistemas de reserva en línea. Las flotas compartidas ofrecen una solución de movilidad flexible y eficiente, especialmente en entornos urbanos donde la propiedad de un vehículo puede ser costosa e impráctica. Al utilizar una flota compartida, los usuarios pueden acceder a un vehículo solo cuando lo necesitan, lo que reduce los costos y el impacto ambiental asociados con la propiedad de un vehículo. Además, las flotas compartidas suelen incluir vehículos eléctricos o híbridos, lo que contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Gridlock
Se refiere a una situación de tráfico en la que múltiples calles se bloquean debido a la congestión, creando un efecto de parálisis que impide que los vehículos se muevan en cualquier dirección. Este fenómeno es especialmente común en áreas urbanas con una cuadrícula de calles y se agrava durante las horas pico o debido a eventos especiales, condiciones climáticas adversas o accidentes. El gridlock no solo afecta la eficiencia del transporte, sino que también tiene un impacto negativo en la calidad del aire debido al aumento de las emisiones de gases contaminantes de los vehículos detenidos. Además, puede tener efectos perjudiciales en la economía local al retrasar la entrega de bienes y aumentar los costos de transporte. Sin mencionar el estrés y la frustración que genera en los conductores y pasajeros atrapados en el tráfico.
Hidrógeno
El hidrógeno es un vector energético (un contenedor de energía) que puede resultar útil como almacenamiento de excedentes renovables. El hidrógeno se puede producir a partir de agua y se puede desplazar de un lugar a otro de forma sencilla, empleando tuberías. En el punto de destino, se usa para volver a generar energía mediante el empleo de pilas de combustible. Aunque el proceso no es tan eficiente como el almacenamiento en baterías, el hidrógeno es terriblemente ligero, y su almacenamiento es barato. Eso le convierte en un aliado, no sólo de cara al almacenamiento estacionario, sino también como propulsión de coches grandes, camiones y autobuses. No obstante, su coste es un factor que aún queda por resolver y que va a depender de la existencia de un enorme excedente de renovables.
Inteligencia artificial
La inteligencia artificial está jugando ya un papel fundamental en la optimización del transporte y la movilidad, y no va a dejar de aumentar. Actualmente, su principal aplicación reside en la extracción de modelos de comportamiento para la simulación de entornos urbanos. Estos modelos se ejecutan después en simuladores de ciudades (los denominados Digital Twins o Gemelos digitales). A partir de unas condiciones de entradas reales, un gemelo digital es capaz de calcular la evolución del sistema y recomendar la mejor acción para evitar fenómenos como el Grid Lock, por ejemplo mediante regulación semafórica o señalización dinámica. De esta manera, y basándose en patrones de comportamiento pasados que sólo resultan evidentes a modelos de inteligencia artificial, un gemelo digital es capaz de adivinar el futuro a corto plazo e influir en él.
Jitney
Los jitneys son vehículos de transporte compartido que operan en rutas flexibles, generalmente sin un horario fijo, y que recogen y dejan pasajeros en diferentes ubicaciones según la demanda. A menudo son minibuses o furgonetas que ofrecen un servicio más personalizado y flexible que el transporte público tradicional, pero más económico que un taxi o un servicio de ridesharing. A medio plazo, y combinado con sistemas de inteligencia del transporte inteligente, el concepto de jitney puede cambiar radicalmente el funcionamiento del transporte publico, evolucionando de recorridos y horarios fijos a rutas y frecuencias variables y adaptados a la demanda.

Last Mile
La «última milla» se refiere al tramo final del viaje de un pasajero o una mercancía. Resolver el problema de la última milla de manera eficiente es uno de los grandes desafíos de la Nueva Movilidad. Se trata del trayecto con el coste más elevado, y el que genera mayores problemas de congestión del tráfico y de contaminación atmosférica y acústica debido a la necesidad de realizar numerosas paradas, la restricción de estacionamiento y la dificultad para transitar por calles estrechas.
