Así debes revisar la presión de los neumáticos antes de viajar este verano

Aunque parezca increíble, hay muchos conductores que se piensan que las ruedas son para siempre. Que nunca sufren daños. Que no pueden llevarse golpes. Que son eternas. Que sólo se desgastan. Sin embargo, piensa por un momento que, en vez de tocar el volante cuando conduces, tuvieses que ir tocando el asfalto como si fueses la misma rueda.
Cuándo hay que cambiar los neumáticos del coche
¿Me aconsejáis cambiar los neumáticos por unos de menor medida?
¿Crees que no notarías nada? Más de una tonelada de peso aguantando las inercias en las curvas o en las frenadas, las aceleraciones, los golpes contra guardias tumbados o agujeros en el suelo… y ya no hablemos de posibles tornillos o pequeños objetos que podrían provocar un pinchazo.
Sí, la goma y las carcasas de los neumáticos son mucho más duros que tus manos pero, sin duda, en cada kilómetro que recorren, se encuentran con numerosos imprevistos que pueden provocarles algún tipo de daño. Por eso, es fundamental revisar tanto su estado y desgaste como, sobre todo, la presión. Porque, aunque el neumático esté en perfecto estado, la válvula puede tener alguna pequeña pérdida o, en coches con muchos años, hasta la llanta puede tener algún pequeño daño por donde también puede fugar.
¿Qué tu coche tiene sensor de presión de neumáticos? Estupendo. Pero, a veces, también fallan: no está de más nunca revisar la presión por si no miden correctamente.
Recuerda que el principal motivo de reventón es la baja presión de los neumáticos. Además, un neumático que esté a 1,5 bares de presión (lo normal es moverse entre 2 y 2,5 bares; comprueba los valores de tu coche en el libro de usuario o en la pegatina que suele venir en el umbral de la puerta del conductor o en la cara interna e la tapa del depósito de combustible) tiene muchas posibilidades de desllantar en una curva, con el riesgo que ello conlleva.
Revisa la presión de los neumáticos, pero hazlo bien
¿Cómo evitarlo? Está claro: revisando la presión de los neumáticos. Pero, ojo: pon las presiones que debes poner en cada momento, pues en todos los coches hay al menos dos valores: una para cuando vamos a viajar un par de personas y sin equipaje y otra para cuando vamos a viajar con más personas y con equipaje. En ese caso, las presiones deben ser más altas y, por lo general, serán más altas en el eje trasero.

¿Qué ocurrirá si no las ajustas a esos valores de carga? Bueno, es poco probable que revientes o desllantes una rueda, pero sí es cierto que esa mayor presión equilibrará el comportamiento del coche en curva. Además, el hecho de que no se deforme tanto, ayudará a que el consumo sea más bajo (no será una diferencia grande, ni mucho menos) y que el neumático se desgastará de una forma más homogénea (con la presión muy baja, se acentúa el desgaste por los laterales de la banda de rodadura).

Recuerda reajustar y bajar la presión cunado ya no vayas cargado, pues llevar demasiada presión provocará que el coche sea demasiado rebotón y que se acentúe el desgaste irregular del neumático por la parte central de la banda de rodadura. Por último, recuerda que es importante tratar de revisar las presiones siempre en frío, es decir, sin que hayamos rodado por carretera, ya que cuando las ruedas esrán calientes, el aire de su interior tiende a expandirse, generando errores de medición en el manómetro.