Cuando la afluencia de vehículos en carretera es mayor, la Dirección General de Tráfico (DGT) utiliza los llamados carriles reversibles durante unas horas o jornadas para mejorar la afluencia del tráfico.
Qué es un carril reversible y qué coches pueden circular por él

Los carriles reversibles se habilitan normalmente en zonas urbanas, y van en uno u otro sentido de la circulación (no son carriles provisionales, sino que son bidireccionales) según las necesidades de circulación.
Por los carriles reversibles puede ir cualquier vehículo apto para circular por la vía en la que se encuentran. No tienen una velocidad específica, sino que la mínima y la máxima es la general del tipo de vía en el que se encuentran. Aunque por ellos es obligatorio llevar encendida la luz de cruce tanto de día como de noche.

Este tipo de carril no es reversible
Aunque muchos los llaman carriles reversibles, en realidad se trata de carriles habilitados para circular en sentido contrario al habitual, cuyo objetivo no es otro que favorecer la circulación.
Para incorporarnos a él lo haremos por un acceso específico que indicarán varias señales o una agente. Para delimitar este carril se disponen conos naranjas reflectantes (para que se vean con facilidad por la noche), por lo no hay una barrera que nos separe de los vehículos que vienen en sentido contrario.
Pero, ¿sabemos circular por ellos? En realidad, aunque no lo parezca o no lo sepamos, estos carriles temporales tienen sus propias normas.
En primer lugar, siempre, da igual si es de día o de noche, se debe circular por ellos, tanto en tu dirección como en la contraria, con las luces de cruce o corto alcance encendidas. No se pueden apagar hasta abandonar el carril. De no hacerlo, podrás ser sancionado, según el artículo 42 del Código de Tráfico y Seguridad Vial referente al uso obligatorio del alumbrado, con 200 euros (100 euros si abonas la multa con pronto pago), pero no pierdes puntos del carnet de conducir.
Puntualizar que este tipo de luces se usan de igual modo cuando cae la noche o en condiciones de baja visibilidad (lluvia, niebla o nieve). En realidad, en los coches modernos no hace falta comprobar si las llevamos puestas porque integran una función automática. Pero en el caso de los mencionados carriles reversibles, se tendrán que activar, ya sea en una de las palancas junto al volante, o en el dial colocado en la parte inferior izquierda del salpicadero. Y no llevarlas puestas ante estas otras situaciones, será motivo de sanción de igual modo.
Uso exclusivo de turismos y motocicletas. Es decir, por un carril habilitado para circular en sentido contrario al habitual no pueden circular ni camiones, ni furgonetas, y mucho menos turismos con remolque. Dichos vehículos nunca pueden superar la velocidad máxima de entre, en condiciones normales, 80 kilómetros por hora, aunque lo aconsejable es no pasar de 60 km/h ya que estaremos circulando en sentido contrario. En el caso de los carriles habilitados en sentido contrario al habitual debido a obras, estas dos normativas pueden variar.
Tampoco se puede adelantar. Aunque es obvio que no se puede rebasar la ‘línea’ de conos, si lo hicieras, acarrearía una sanción de 200 euros y la retirada de 4 puntos en el permiso. En el caso de exceder la velocidad indicada por la vía, podemos recibir una multa de hasta 500 euros y perder 6 puntos, según la velocidad superada.
