El reclamo perfecto para una escapada

Ruta en Autocaravana por Cuenca

Manuel Horcajo
Manuel Horcajo


La noble Tarancón, a la que accede tanto por la A-3 como por la A-40, sirve a su modo de puerta entrada a Cuenca como segunda mayor población de la región. Para muchos es un simple desvío, para los aficionados a comer pipas un pueblo de referencia. Por suerte el pueblo guarda mucho más.

A pesar de los daños urbanísticos, el centro guarda su encanto, con una bonita plaza y palacios como el de los Duques de Riánsares que bien merecen nuestra atención y un paseo. La muralla defensiva y su barrio medieval aportan vistas interesantísimos al entorno. Atención también al Santuario de Riánsares del visigodo Recaredo I, quizá el punto de mayor interés histórico del lugar.

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No muy lejos de Tarancón, en Brea de Tajo, encontramos un área de autocaravanas en la calle del Mediodía, donde podemos descansar al tiempo que aparcamos gratuitamente. En Tarancón hay bastantes áreas de aparcamiento para camiones y caravanas como la de la avenida Progreso, asfaltado y bien iluminado pero sobre todo cercano a cafeterías y supermercados.

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Las pequeñas carreteras locales nos dan una mejor idea de la provincia. Una parada intermedia antes de nuestro próximo destino, el inclinado Uclés, tomando la A-3 pero desviándonos por la CUV-7021, es todo un festival de hábitos castellanos. Lo mejor es su monasterio, producto de varios estilos y corrientes góticas. Un lugar único, que siempre impresiona en una primera visita. Perteneciente a la Orden de Santiago, con un destacable claustro de planta cuadrada y una espectacular portada churrigueresca. Si preferimos mantenernos desconectados del pueblo, el yacimiento de Fuente Redonda es un lugar especial.

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A poco más de quince minutos de Tarancón y por la A-3 recalamos en Saelices, un lugar interesante por muchas razones. Lo más destacable, el Parque Arqueológico de Segóbriga, unas ruinas que podemos considerar la culminación del romanticismo conquense. Este asentamiento da pie a visitar el pueblo, con casas palacio y arquitectura tradicional previa a la Reconquista, y su acueducto romano que nace en el manantial de Fuente Lamar.

En Saelices, hay un aparcamiento 24 horas sin instalaciones para renovar aguas, pero más que suficiente para pasar la noche, establecer nuestro punto de operaciones para esta etapa del viaje y sí, gratuito. A pocos kilómetros, eso sí, está el área de pago de Zafra de Záncara, en la CUV-7032, donde sí podremos renovar aguas e incluso bañarnos en la piscina. La ermita de la Virgen de la Misericordia y la Iglesia de la Asunción son dos monumentos religiosos que sin duda nos imbuirán del espíritu conquense.

Vista de Zafra de Záncara.

Si no hay tiempo en Saelices, llega el momento de tomar decisiones. Si optamos por ir hacia el norte nos encontraremos por la ruta que configuran la citada Zafra de Záncara, donde nos espera su molino de viento, las ruinas de la ermita de la Virgen de Arriba y, por supuesto, su castillo, y si seguimos por la CM-2102 Torrebuceit y el municipio de Torrejoncillo del Rey, un conjunto de seis localidades entre las que destaca Horcajada de la Torre y Villar del Águila. La plaza mayor de Horcajada bien merece una visita a pie para apreciar su atmósfera rural, disfrutando quizá de una buena comida castellana. En Villar del Águila también hay un destacable patrimonio artístico en el que destaca la casa-palacio de los Ripolleses, un edificio rectangular de dos alturas que resume perfectamente la arquitectura de este tiempo y lugar.

Si desde Saelices optamos por el sur nos espera Puebla de la Almenara, por la CM 3011. Es un enclave interesante por sus monumentos históricos y un conjunto urbano de sabor añejo. El castillo del siglo XIV mencionado por Jorge Manrique corona un conjunto en plena sierra donde se puede respirar la historia de la región. También la iglesia, de influencias corintias, pero mayoritariamente barroca, y con un Retablo Mayor de madera policromada de fama nacional.

Seguimos la ruta inicial por la A-3 hasta Castillo de Garcimuñoz, con algo menos de 200 habitantes pero coronada por su espectacular fortaleza medieval, que con sus muros de tres metros es una de las citas imprescindibles de esta ruta por Cuenca. Iniciado en el siglo XII y continuado por Don Juan Manuel, predominan los elementos góticos y renacentistas, dado que su construcción, reconstrucción o mejora ha llevado siglos.

La iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVII, y la cruz de Jorge Manrique, construida en 1941 y ubicada a unos pocos kilómetros del pueblo por el camino de la Nava, enclavada en el lugar exacto donde supuestamente fue herido de muerte el poeta, ayudan a reforzar aún más el aire frío y cristiano del enclave.

Detalle del castillo de Belmonte.

En esta localidad existe una excelente área de autocaravanas gratuita. Ubicada en la calle Santiago, 2. Es tranquila y permite llenar y vaciar aguas grises y negras. Las vistas al castillo ayudan a quedarse, como también el hecho de que nos sirva de punto de partida para nuevas e interesantes paradas en la ruta sobre todo si miramos hacia el sur. Camino de Belmonte por la N-420, sin ir más lejos, podemos detenernos en Casas de Haro, municipio conocido sobre todo por su iglesia parroquial de Santa Magdalena, una construcción del XVIII sobre el legado visigodo y romano de la región, y los denominados «Los Cubos», viejos refugios de forma cilíndrica construidos por los pastores para resguardarse de los días más duros del invierno.