SsangYong Tívoli G16 GLP: prueba a fondo

El ser humano es un animal de costumbres. Un ejemplo es que los conductores particulares, que están acostumbrados a utilizar vehículos de gasolina o diésel, son reacios a optar por nuevas energías alternativas. Quizá por eso, los híbridos no enchufables, aquellos en los que sólo hay que repostar como siempre, son los vehículos alternativos que más triunfan entre los particulares.
No es sólo cuestión de costumbres, sino también de comodidad y economía: repostar o recargar un coche con algo que no sea diésel o gasolina no siempre es fácil por la falta de puntos de recarga o de abastecimiento, y cosas como instalar un poste de recarga en una casa supone un importante desembolso. Y eso por no hablar de los problemas de autonomía…
Sea como fuere, SsangYong también se ha sumado a la moda de las energías alternativas. Pero, por ahora, han optado por ofrecer la solución más sencilla en todos los aspectos que hay ahora mismo para un particular: el GLP. Conocido popularmente como ´butano´ -aunque también tiene propano y propileno-, se popularizó entre los taxistas en los años 80, que llevaban la clásica bombona naranja en el maletero para utilizarlo en lugar de la gasolina por resultar mucho más barato.
Hoy, la bombona ya no tiene cabida, pero el resto del sistema guarda muchas similitudes. A grandes rasgos, se trata de tomar un modelo de gasolina y añadirle un segundo sistema de inyección de gas GLP con un segundo depósito ubicado en el hueco de la rueda de repuesto.
¿Único en su especie?
Y así es el SsangYong Tívoli G16 GLP. Con su carrocería de cinco puertas y 4,20 m de largo, este SUV es rival directo del Renault Captur o el Peugeot 2008 pero, a diferencia de ellos, es el único junto al Opel Mokka que ofrece una versión de GLP. Tomando como base la variante más asequible de la gama, equipada con el motor 1.6 atmosférico de gasolina de 128 CV, el G16 GLP apenas tiene cambios estéticas más allá de un logotipo en el portón trasero o, si abrimos la tapa del depósito de gasolina, una segunda toma para recargar gas. En el interior, le delata la presencia del botón junto al cambio que permite pasar de un sistema de alimentación a otro, y que cuenta con varios leds para indicar cuánto GLP queda en el depósito de 53,6 l, que por cierto es el culpable de que el maletero se reduzca de unos interesantes 423 l hasta los justos 327 l de esta versión.
Interesante por consumo
En marcha, las diferencias entre funcionar con un sistema de alimentación u otro son poco apreciables desde el punto de vista de las sensaciones de conducción. El Tívoli G16 es un modelo de respuesta suave y prestaciones discretas -el sistema de GLP aumenta el peso en 124 kilos, y se nota-, que obliga a apurar las marchas por encima de las 4.000 rpm para extraer lo mejor de sus 128 CV. Con gasolina se aprecia un poco más de brío, algo que se agradece al subir un puerto o incorporarse en un carril de aceleración. Por lo demás, y aunque no es muy silencioso, no vibra mucho. Eso sí, el tacto del acelerador es muy sensible al inicio de su recorrido, por lo que es necesario acostumbrarse a él para no iniciar la marcha dando tirones o con el motor muy revolucionado.
Donde sí se aprecian diferencias sustanciales es en el consumo. Realizando una conducción tranquila, este Tívoli consume entre 7,2 y 7,7 l/100 km de gasolina, que ascienden a una media de entre 9,5 y 10 l/100 km si se circula con GLP. Sin embargo, y dado que el litro de GLP cuesta en torno a la mitad que el de gasolina, es posible conseguir un ahorro económico de en torno al 35-40%. El Tívoli GLP emplea la misma caja de cambios manual de seis marchas de la versión de gasolina, que es precisa y con un tacto suficientemente agradable.
En cuanto a la conducción, el Tívoli cuenta con una suspensión bastante equilibrada. Podría ser un poco menos seca en zonas bacheadas y contener algo más el balanceo en curva cuando se va deprisa -sensación acrecentada por el hecho de contar con unos asientos que no sujetan demasiado- pero, en general, el resultado es bueno. Se muestra fácil de conducir, si bien en situaciones apuradas -por ejemplo, si tienes que frenar con cierta brusquedad en curva- tiende a desestabilizarse más fácilmente que, por ejemplo, un Renault Captur; eso sí, el ESP de serie actúa muy bien en estas circunstancias para evitar que la cosa pase a mayores.
Sí mejoraría si la dirección tuviese un tacto más informativo y fuese más precisa en curva. Cuenta de serie con tres niveles de dureza que se seleccionan a través de dos botones de la consola central, algo que se aprecia, por ejemplo, al aparcar. El sistema de freno cuenta con un pedal de un buen tacto y su resistencia a la fatiga es suficiente; si acaso, las distancias medidas son un poco más largas de lo esperado.
Interior del SsangYong Tívoli G16 GLP
El salpicadero presenta un diseño sencillo pero moderno, destacando la pantalla táctil a color en la consola central -de plástico negro brillante-.
El interior abusa de pásticos duros, pero son agradables al tacto y los ajustes son sólidos, por lo que en marcha no se preciben grillos. Aquí, supera a otros SsangYong de antaño.
Unos minutos y listo: La distribución de mandos es un poco peculiar. No cuesta mucho acostumbrarse a ella y se puede manejar con facilidad en marcha, pero los botones de la consola son algo pequeños y hay funciones, como la de regular la dureza de la dirección, que requiere emplear dos botones -podrían haberlo resuelto con uno-.
Informado La instrumentación es clara, y cuenta con un ordenador de a bordo que se maneja desde un botón de la consola central -¿por qué no desde el volante o los mandos de los intermitentes/limpiaparabrisas?-.
Controlado: La visibilidad no es mala o, al menos, no es peor que en sus rivales. El hecho de ir sentado alto y con bastante superficie acristalada ayuda a ello.
Práctico: La guantera principal y las de las puertas tienen un tamaño correcto, pero hay bastantes huecos entre los asientos y delante del copiloto.
Destaca por altura y ofrece un buen espacio para las piernas, pero la anchura es algo justa para tres adultos; el suelo casi plano mejora la comodidad de la plaza central.
El depósito de gas ocupa el hueco de la rueda de repuesto -lleva kit- y resta un poco altura. Esto limita su capacidad, justa frente a sus rivales.
¿Quién más vende SUV’s con GLP?
En la actualidad, sólo dos marcas, además de SsangYong, comercializan en España un SUV que funcione con un sistema de GLP instalado de fábrica: Fiat y Opel. Eso sí, también hay más alternativas con otro tipo de coches…
Trekking 1.4 T-Jet 120 GLP
19.950 euros*
120 CV l manual, 6 vel.
183 km/h
0-100 km/h: 11,3 seg.
4,9 l/ 100 km -gasolina-
4,27 m de largo
Maletero: 330 litros
Es una versión del 500 monovolumen con aspecto de SUV. Su motor es menos potente que el Tívoli, pero el hecho de ser turbo le asegura una respuesta más intensa y, en cualquier caso, unas mejores prestaciones. Por consumo, el resultado es parecido. A cambio, su comportamiento es un poco menos ágil, si bien resulta más cómodo que el SsangYong. Por espacio en las plazas traseras y volumen de maletero, es comparable al Tívoli.
Opel Mokka
1.4 Turbo 140 GLP
22.306 euros*
140 CV l manual, 6 vel.
193 km/h
0-100 km/h: 10,2 seg.
4,3 l/ 100 km -gasolina-
4,27 m de largo
Maletero: 356 litros
Es el más caro de los tres pero, a cambio, también es el modelo más completo. Es el que ofrece más maletero -si bien tampoco es ninguna maravilla…-, tiene los mejores acabados, está bien equipado de serie y su motor es el mejor con diferencia por prestaciones y buena respuesta, logrando además el mejor dato de consumo de los tres. Eso sí, el Mokka va a experimentar un profundo restyling después del verano.
Veredicto sobre el Ssangyong Tívoli 1.6 G16 GLP
Como SUV urbano, el Tívoli es un modelo recomendable por su relación entre lo que cuesta y todo lo que ofrece a cambio. En el caso de esta variante de GLP, es interesante siempre que se pueda repostar este tipo de carburante con relativa facilidad y que no necesitemos un maletero muy amplio ni unas prestaciones elevadas. Si es así, esta versión interesa; de lo contrario, es mejor optar por el diésel, que hace del Tívoli un modelo bastante interesante para cualquier tipo de usuario.
CUÁNTO CUESTA
Precio 19.750 euros
A la venta desde Noviembre de 2015
Seguro 965,37e*
1ªrevisión 199,65e** (20.000 km)
2ªrevisión 199,65e** (40.000 km)
Garantía Cinco años o 100.000 km
Otras garantías 5 años contra la corrosión
y pintura de la carrocería o 100.000 km
Cambio de batería 197,22e**
Cambio de pastillas de freno del. 137,41 euros**
Cambio de discos de freno 243,18 euros**
Cambio de embrague 605,97 euros**
Cambio de amortiguadores 603,64 euros**
CUÁNTO CORRE
De 0 a 100 km/h N. D.
Velocidad máxima 181 km/h
CUÁNTO GASTA
Medio gasolina/GLP 6,6/9,0 l/100 km
Autonomía media gasolina+GLP 1.378 km
CUÁNTO MIDE
Largo/ancho/alto 4,20/1,79/1,59 m
Batalla 2,60 m
Vía delantera/trasera 1,55/1,55 m
Maletero 327 l
Capacidad dep. gasolina+GLP 47+53,6 l
Peso 1.394 kg
motor
Motor Gasolina o GLP, inyección indirecta, cuatro cilindros en línea, 1.597 cc
Situación En posición delantera transversal
Potencia 128 CV (94 kW) a 6.000 rpm
Par máx. 160 Nm a 4.600 rpm
Relación peso/pot. 10,89 kg/CV
Potencia específica 80,1 CV/l
Válvulas por cilindro Cuatro
Relación de compresión 10,5:1
Tracción A las ruedas delanteras
Cambio Manual, de seis velocidades
Dirección Con asistencia eléctrica
Vueltas del volante 3,3
Diámetro de giro 10,6
CÓMO ES SU SUSPENSIÓN
Del. McPherson con muelles y barra estab.
Trasera Semi-independiente de eje torsional
CÓMO SON SUS FRENOS
Delanteros Discos ventilados
Traseros Discos
CÓMO SON SUS NEUMÁTICOS
Neumáticos del. 215/45 R 18
Neumáticos tras. 215/45 R 18
Llantas (delante/detrás) 7×18″
Rueda de repuesto Kit reparapinchazos
*Precio aprox. del seguro a todo riesgo para un varón residente en Madrid con más de 35 años y 10 de carnet. **Precios aproximados facilitados por GT Motive.
Ssangyong Tivoli GLP, en vídeo